El Pleno del Consejo Regulador del Jerez aprobó ayer por unanimidad proponer a Beltrán Domecq Williams como nuevo presidente, relevando en el cargo a Antonio Fernández, cesado tras su ingreso en prisión como consecuencia de la investigación del caso de los ERE.
La propuesta se eleva ahora a la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía, que será quien deba ratificar su nombramiento con la correspondiente publicación en el BOJA, confiándose en que Domecq pueda asumir la presidencia en el Pleno que se celebrará a finales de julio.
En rueda de prensa, el presidente en funciones del Consejo, Francisco Lorenzo, adelantó que “el primer encargo” que el sector hará a Domecq será el de procurar el “equilibrio y la estabilidad para toda la cadena productiva”.
Lorenzo se mostró convencido de que es necesario “apostar por la calidad en todos los sentidos” para, a partir de ahí tratar de “mejorar la comercialización”, de modo que se logre el objetivo de “vender más y mejor”.
El presidente en funciones admitió la “necesidad” que tenía el sector de perseguir la “unidad” ante los “acontecimientos” que se han vivido en estos últimos meses como consecuencia de la implicación de Fernández en la trama de los ERE irregulares.
En este sentido, bodegueros y viticultores coincidieron en que “el prestigio de la institución” debía estar “por encima de todo”, buscando para ello a una persona que “aglutinara” el interés de “todos los sectores” presentes en el Marco de Jerez.
Beltrán Domecq es “una persona de equilibrio” que, por su “talante y capacidad” ha sido considerada como “idónea” en el inicio de una nueva etapa que tiene como premisa restañar la imagen de una institución afectada por la trayectoria política de su expresidente.
El futuro presidente del Consejo Regulador tiene 66 años de edad, es licenciado en Ciencias Químicas y enólogo, habiendo ocupado puestos de responsabilidad en las bodegas Williams & Humbert y Domecq.
La campaña, pendiente de julio
El director general del Consejo Regulador, César Saldaña, admitió que la vendimia no va a ser “copiosa”, sino “todo lo contrario”, aunque en todo caso advirtió de que “es muy pronto para hacer previsiones”, ya que serán las condiciones climatológicas “de finales de julio y agosto” las que marquen el devenir de la campaña. A fecha de hoy, lo que sí parece evidente es que “la tierra está seca”, un dato que no apunta a una cosecha excesivamente amplia. En cualquier caso, una merma de la producción no debe ser recibida como una mala noticia para el sector, toda vez que permitiría terminar de ajustar los excedentes.
