Fiscalía y acusación particular han solicitado al juez que los dos acusados por el crimen del botellódromo que acabó con la vida del menor Jairo Gómez sean imputados por un presunto delito de asesinato.
La familia del jóven de 17 años fallecido la madrugada del pasado 22 de julio tras recibir tres puñaladas en el botellódromo, ha reclamado al Ayuntamiento jerezano el plan de seguridad del recinto habilitado por el Consistorio para beber alcohol ante la “falta de control” en los accesos para controlar la entrada de menores.
Según han confirmado, fuentes del caso, la acusación particular, que representa a la familia del menor, ha requerido este viernes el protocolo de seguridad de este espacio para determinar si hay responsabilidad civil en una vista celebrada en el Juzgado de Instrucción número 4 para concretar las imputaciones y proponer pruebas testificales y documentales.
El Ministerio Fiscal ha solicitado la declaración de siete testigos del entorno de la víctima y los dos imputados Jaime D.R, de 18 años de edad, el presunto agresor, y Fernando M, presunto colaborador, que se encuentran en prisión preventiva en el centro penitenciario de Puerto III, así como distintas pruebas documentales, a las que también se ha adherido la acusación particular.
Asimismo, acusación particular, ejercida por Alfredo Velloso, y la Fiscalía han imputado a los dos acusados un presunto delito de asesinato con “agravante de superioridad” por la situación “privilegiada” que le dio “utilizar el arma”.
La defensa del principal acusado, ejercida por Manuel Hortas, ha alegado “legítima defensa” al mantener que fue el fallecido el que inicialmente “pinchó” en el brazo izquierdo al presunto homicida, lo que hizo que este último supuestamente le arrebatara el arma “para defenderse”.
Por su parte, el letrado que ejerce la defensa del segundo detenido, y presunto colaborador del supuesto agresor, Agustín Velloso, ha solicitado la declaración de varios testigos para que corroboren que su patrocinado “no pinta nada” en el suceso y el arma del crimen no era suya.
En este sentido, Velloso ha resaltado que “nadie lo vio al lado de la pelea ni dándole la navaja al agresor”, aunque la defensa del principal acusado, que asegura que los dos detenidos “eran conocidos del grupo y no amigos” sostiene que inicialmente Jaime. D.R. le ofreció a Fernando. M. un “pincho” y este último le dijo que “no lo quería”.
Hortas también mantiene que fue el entorno de la víctima, en concreto un amigo de este último, el que inició la discusión y “envió” al fallecido “por su condición de menor” al grupo de los detenidos, con el que el amigo de la víctima ya había mantenido varios enfrentamientos desde feria “por una chica”, que en junio derivaron en una lesión de “luxación de hombros” en el principal acusado tras otra pelea.
La acusación particular, ejercida por Alfredo Velloso, y la Fiscalía han solicitado la imputación del principal acusado de un delito de asesinato con “agravante de superioridad” por la situación “privilegiada” que le dio “utilizar el arma” y al segundo como presunto colaborador de asesinato.
La próxima semana el juez dictará un auto para ordenar las pruebas a practicar y empezar a llamar a declarar a los testigos.
