Estas dificultades permanentes, declaraba a través del diario local Gibraltar Chronicle un portavoz sindical, “están teniendo un serio efecto negativo en sus vidas”.
El portavoz añade que los nacionales marroquíes, que se ven privados de sus derechos legítimos y no poseen la documentación necesaria, se ven incapacitados para cruzar la frontera terrestre entre el Peñón y España. “Su única alternativa disponible es el servicio de ferry que enlaza Gibraltar con Tánger. Hace ahora tres semanas que este servicio fue interrumpido y los trabajadores marroquíes no pueden cruzar el Estrecho para ir a visitar a sus familias”.
Se asegura desde el ente sindical que las autoridades gubernamentales no han realizado el trabajo necesario para que el ferry atraque en el área portuaria. “Para incrementar los daños causados a este colectivo, el precio del ferry se ha incrementado un 48 por ciento, de 47 a 70 libras”, matiza el portavoz, que añadió que esta situación estaba creando un problema social con marroquíes atrapados en uno y otro lado del Estrecho. Como ejemplo hablan de citas medidas pospuestas y pensionistas que no pueden regresar a sus hogares en Marruecos.
“El Gobierno debe dar a los nacionales no europeos los mismos derechos que a los que sí lo son”.