El Xerez hizo lo que no ha sabido o no había querido hacer hasta ahora. Con el equipo descendido afloraron unas virtudes que no habían salido a relucir. El presidente del Girona dijo al final que había visto muy motivado al Xerez y que podría abrir una investigación por si había primas de terceros.
Miren por donde el equipo ha tenido que descender matemáticamente para ganar un partido seis meses y siete días más tarde; ha tenido que irse al fango de la Segunda División B para demostrar que sabe jugar al fútbol, que sus jugadores saben asociarse, que saben juntar líneas, que saben fajarse cuando llega la hora e incluso que hasta son capaces de marcar los tiempos del partido. Bueno, y lo que es mejor, han demostrado que no se les había olvidado hacer goles, ya que ayer tuvieron siete ocasiones y mojaron en cuatro. El equipo ha tenido que descender para que diese gloria futbolística ver a José Vega o Álvaro Rey ayudando a los laterales en tareas defensivas, para observar que Bruno Herrero es capaz de coger los galones y mandar en el centro del campo, para saber que a Marquitos no se le había olvidado jugar al fútbol y que es capaz de romper desde la segunda línea e, incluso, que se puede confiar en Toni Lechuga, quizá la única apuesta de presente que le queda a este Xerez, que ayer realizó un partido sobresaliente.
Increíble pero cierto. Todo lo que se había echado de menos durante seis meses, o más, apareció como por encanto en la jornada de ayer y el Xerez le echó una mano a equipos como Almería, Villarreal o Alcorcón y pone en aprietos al Girona en su caminar directo hacia la Primera División. Cosas del fútbol. Que ayer le salió al Xerez la tarde buena y el Girona apenas si dio una a derechas. Mostró mucha fragilidad defensiva y al final embotelló por inercia al Xerez y hasta pudo ponerle en apuros, pero terminó fallando para desesperación de unas gradas que presentaban un lleno absoluto. Será que tarde de mucho, tarde de poco. De eso, y de algo más, estamos muy acostumbrados por Jerez.
el partido
El colista y ya descendido Xerez protagonizó sin duda la sorpresa de la jornada al ganar en Montilivi (4-2) al Girona. Una jugada desgraciada, con un resbalón de Dani Mallo, en el rechace de un balón dejó solo a Marquitos ante la portería local para que hiciera el 0-1 antes del cuarto de hora.
El Girona se repuso con un tanto de Jofre Mateu en el minuto 21, pero la alegría duró poco ya que Marquitos volvió a marcar pasada la media hora para adelantar de nuevo a los xerecistas.
El 1-3, obra de José Vega, rompiendo perfectamente el achique de espacios de los de Rubi y justo antes del descanso dejó muy tocando al conjunto catalán, que tuvo que remar toda la segunda parte a contracorriente.
El técnico local movió ficha en el descanso dando entrada a Gerard Bordas, pero en vez de encontrar el revulsivo su equipo recibió el 1-4 (Lucas Porcar) en el primer minuto de la reanudación, tras despejar Mallo una ocasión clara de Marquitos, el mejor de los suyos.
Ansioso, precipitado y gafado de cara a puerta, el Girona no pudo darle la vuelta al encuentro. Felipe Sanchón hizo el 2-4 de penalti en el minuto 73, pero el Xerez, que en absoluto demostró ser un equipo descendido, no paso muchos más apuros, ni siquiera tras la expulsión de Cámara por doble amonestación.
