Durante 48 horas Jerez se ha convertido en una ciudad blindada ante la masiva presencia de fuerzas de seguridad. Tras el enorme despliegue del lunes por la visita del Príncipe Felipe para inaugurar el XVI Congreso Nacional de Empresa Familiar, este martes el cordón policial adelgazó levemente con la presencia de la vicepresidenta del Gobierno, ministra de la Presidencia y portavoz del Gobierno de España, Soraya Sáenz de Santamaría.
La mano derecha del presidente del Gobierno, que ni siquiera se encontraba con conatos de protestas, era la encargada de clausurar una cita que ha convertido a Jerez en el epicentro del debate económico del país durante dos días tras congregar en el Teatro Villamarta a más de 400 representantes de las empresas familiares del país con más con mayor peso en la economía española, en términos de creación de empleo y riqueza. Con la carrera que llevaba este municipio justamente un año atrás, acoger un evento de esta envergadura es cuanto menos sintomático de que al menos Jerez empieza a tener connotaciones positivas a la hora de que entidades de peso y las administraciones apuesten por esta ciudad para citas de vital importancia como la que ha albergado estos dos días.
Ahora habrá que esperar para ver si la alcaldesa, María José García-Pelayo, que ayer asistió al acto final del congreso, ha sabido aprovechar esta plataforma para mostrar a futuros inversores las posibilidades de esta localidad. Lo que no puede negarse es que Jerez, al menos durante dos días, se ha convertido en el centro de atención mediático a nivel empresarial, un escaparate al que no basta con mirarse.
“Aquí no se ha hablado de rescate, sino de recuperación”
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, afirmó ayer que la radiografía de la economía española en la actualidad presenta una sintomatología de “inminente retorno al crecimiento”. En su discurso, destacó que en el congreso “no se ha hablado de rescate, sino de recuperación” así como que se hayan presentado datos que constatan que el país ha “abandonado la recesión más larga de toda la democracia”. La vicepresidenta subrayó que los cambios que se están produciendo “no son fruto de un soplo de viento favorable, sino del esfuerzo de todos los españoles”. “España tiene condiciones para volver a ser lo que fue, aunque no está siendo gratis ni fácil”. Por ello, llamó a ser “prudentes” y conscientes de que la recuperación es aún “débil”. “No podemos dormirnos en los laureles ni confiarnos en que las cosas empiezan a ser de otra manera", por lo que “hay que culminar el programa de reformas emprendido por el Gobierno”.
