Por mucho que en el Ayuntamiento se empeñen en maquillar la situación del Jardín Escénico de El Altillo, lo cierto es que la imagen que presenta esta zona verde es más deprimente por día. El resultado salta a la vista, y no hay más que visitar este punto de esparcimiento verde cualquier día para comprobar que muchos de los lagos están sin agua y, en su defecto, en su espacio se acumulan matojos y suciedades que denotan el poco o nulo trabajo de mantenimiento que se realiza en este enclave.
Además de que las actuaciones de mejora que realizó Medio Ambiente hace algunos meses siguen sin apreciarse, lo más grave es que la dejadez que hay en torno a este espacio es más que evidente si cualquiera de los visitantes echa una ojeada a la caseta de la entrada donde se acumula el material eléctrico. Está completamente abierta, después de que las ventanas y la puerta estén rotas, lo que permite el acceso a cualquiera, inclusive niños, con el peligro que ello implica, pues desde ahí se conecta la luz general del contador.
A ello hay que sumar el coste económico que supone un material que está expuesto a cualquiera, pues está valorado en cerca de los 6.000 euros. La deprimente imagen actual contrasta con la que lucía este parque en 1994 cuando fue inaugurado.