Gamonal ha podido ser un punto de inflexión para que haya una movida social de indignados con los problemas que azotan a la sociedad
La frase me hizo reflexionar. “Esos del norte tienen dos pares”, en alusión directa a los vecinos del barrio burgalés de Gamonal. Me llamó la atención, fundamentalmente porque no salía de la boca de una persona joven, sino todo lo contrario, y porque quien la pronunciaba era de ideas conservadoras de siempre y ahora, a estas alturas de su octogenaria vida, nada ni nadie la va a cambiar. Y, además, siguió matizando que “si por aquí abajo nos moviésemos de esa manera, a lo mejor las cosas hubiesen cambiado”. Me quedé parado, pensativo, porque jamás se me podía ocurrir que brotasen esas palabras del sentimiento de esa persona. Más bien, entendía, podía condenar lo acontecido por lo que de violencia han conllevado las protestas. Y no lo hacía. Casi lo aplaudía, aunque, eso sí, lamentaba los incidentes, las roturas de cristales, los desperfectos urbanísticos ocasionados y hasta las lesiones producidas en manifestantes y policías. Pero, en el fondo, daba la razón a un movimiento social que, o mucho me equivoco, o podría tener una continuidad en esta sociedad española que, aunque por impulsos, despierta de vez en vez.
Lo de Gamonal ha podido ser un punto de inflexión, no para impedir obras, no para paralizar proyectos, sino para que haya una movida social de indignados con los problemas que están azotando, y de qué manera, a una parte de la sociedad, fundamentalmente a la clase media baja, que es la que siempre sufre de forma más impactante las consecuencias de estas crisis que todo el mundo sabe cuando comienzan, pero no como terminan y que todo el mundo sabe como comienzan y como terminan para el que tiene dinero pero no como acaban para las clases menos pudientes.
Gamonal ha sido un ejemplo de solidaridad de gente necesitada y se va a extender con los desahucios y con los más poderosos, con esa gente que ya matiza que los indicativos económicos apunta a mejoría. ¿Mejoría para quién o para quiénes? Eso, a lo peor, se lo han preguntado esa gente del barrio castellano de Gamonal y eso, a lo peor, comienzan a cuestionárselo las gentes de otros muchos barrios de este país que se sigue llamado España.