El edil del Grupo Municipal Socialista José Manuel Jiménez ha pedido al equipo de gobierno que ponga en marcha medidas alternativas de ocio para jóvenes entre los 14 y los 18 años, una iniciativa que sume lo lúdico con lo preventivo para evitar el consumo de alcohol u otras sustancias, como tabaco o cannabis.
La petición de los socialistas se produce después de que la delegada de Bienestar Social, Isabel Paredes, ofreciera unos datos “muy preocupantes”, en opinión de Jiménez, cifras como que siete de cada diez jóvenes jerezanos de entre 14 y 16 años había consumido alcohol en el último mes, un incremento porcentual de once puntos, respecto al estudio anterior.
“Alabamos cualquier medida que se tome para frenar estas cifras pero, atendiendo a los resultados, es muy evidente que hay que reforzarlas, debemos arbitrar iniciativas que lleguen más a los jóvenes, que sean más eficaces”, apunta Jiménez.
El concejal, que remitirá por escrito a la alcaldesa la preocupación de los socialistas por esta cuestión, propone la creación de algún espacio fijo o itinerante que pueda ofrecer a los jóvenes a los que todavía no está permitido acceder a locales como bares o discotecas, “una diversión sana, que conjugue aquellos aspectos que realmente les interesan, como música o nuevas tecnologías, con una labor informativa y formativa que abarque muchos aspectos, uno esencial: no es preciso beber, mucho menos emborracharse, para divertirse”.
Jiménez se refirió a que entre los 14 y 18 años son edades “especialmente sensibles”, en las que los jóvenes descubren nuevas formas de diversión y deben estar alertados de cuáles son adecuadas y cuáles pueden ser sumamente peligrosas. “Un adolescente puede considerar que tomar bebidas alcohólicas le puede servir para vencer la timidez y socializarse en mayor medida, pero no advertir de los riesgos que supone”.
Para el concejal socialista, el Ayuntamiento ha de evitar que los adolescentes tengan como único recurso acudir a las grandes concentraciones de los fines de semana para beber. “Ya denunciamos hace unas fechas que el recinto donde se concentran no reunía las mínimas condiciones de seguridad, una agravante más al hecho de que un niño o niña que tiene 14 o 15 o 16 años pueda ingerir alcohol sin ningún tipo de control. A ello se suma el riesgo de que luego pueda conducir su ciclomotor en condiciones no adecuadas, con un alto riesgo de tener un accidente. La situación, por consiguiente, encadena una serie de consecuencias muy serias”.
Para José Manuel Jiménez, este asunto está “más allá de las siglas de uno u otro partido político”. “No es una cuestión ideológica, sino de sentido común, de detectar el problema y de implicarnos al máximo de nuestras posibilidades. El Ayuntamiento puede realizar una importantísima labor de prevención entre los jóvenes, especialmente entre aquellos que aún no han llegado a la mayoría de edad. No se trata, en modo alguno, de suplir la educación que le ofrecen los padres o que se les da en los centros educativos, sino potenciarla con los medios de que dispone la administración”.