Tres azoteas en pleno centro histórico de Jerez como tres focos de luz que iluminan una ciudad a oscuras. Focos de luz, arte y cultura, con un público con ganas de sumergirse en la magia creada en cada uno de los espectáculos del evento cultural ‘redetejas’. Uno de música, otro de teatro y otro de magia, que se celebraron el viernes a partir de las nueve de la noche. Los asistentes y los artistas, que acudieron sin cobrar, hicieron que el evento organizado por Irene Luque y Jorge Izquierdo, de ‘Infusiones Urbanas’, en colaboración con el grupo sevillano ‘La Matraka’, fuese todo un éxito. Un prototipo de evento que quiere fomentar la cultura en intramuros, donde actos de este tipo a menudo brillan por su ausencia. La asociación de vecinos Centro Histórico, por su parte, apoyó el encuentro en todo momento y gracias a los que prestaron su casa por un día se pudo disfrutar de esta noche en la que acompañó el tiempo después de que se aplazara la semana pasada por lluvia.
Tres grupos de 15, 20 y 25 personas hicieron un recorrido que para ellos fue un misterio hasta el momento de llegar a su lugar de encuentro. Espacios pequeños, íntimos, con vistas impresionantes que dejaban ver la historia de la ciudad con algunos de sus monumentos más importantes. Cada grupo disfrutó simultáneamente de un espectáculo y rotaron por las calles Juana de Dios Lacoste, Lepanto y Salvador para disfrutar de los tres actos. El de música estuvo protagonizado por Manuel Méijome y Elena Jiménez, el grupo llamado ‘El domador de medusas’. Cinco temas circenses compuestos por ellos que hicieron sonar con instrumentos como el acordeón o el banjo. Cada canción, una historia que contar, pues todas habían sido escritas por algún motivo. En otra de las azoteas el actor Mariano Verdejo interpretó una obra de la artista plástico Raquel Eidem, con música de José Alcántara y texto del uruguayo Joaquín Dholdán. Un proyecto “arriesgado pero que parece que a la gente le da pellizco”, según la propia artista. Una luna enorme proyectada en la pared y, de fondo, la Catedral iluminada. Ese fue el escenario en el que los presentes disfrutaron de la obra que, por las impresiones compartidas entre todos, también gustó y no dejó indiferente a nadie. En la otra azotea esperaba el espectáculo de magia, ofrecido por Manu Gómez, que entró en contacto con el grupo a través de unos amigos magos de Sevilla que participaron en el evento en esa ciudad. Nada más entrar, la vivienda en sí ya fascinó a todos. Una casa con tanta historia como casi todo lo que le rodea. Una vez arriba, el mago consiguió sorprender incluso a los que, a priori, no tenían tanto interés por este espectáculo. “No sabía que esto me iba a gustar tanto”, comentaba uno de los asistentes. La función y las historias y curiosidades de Harry Houdini, “el mejor mago del mundo”, decía Manu, tuvieron ensimismado al público. Esta vez la Catedral quedaba a las espaldas y las campanas repicaban como queriendo captar la atención de aquellos que sólo estaban pendientes a los trucos de un joven mago. “La experiencia ha estado muy bien. Me lo imaginaba así”, comentó el artista.
Tras teminar cada grupo de disfrutar del arte desde las alturas, todos fueron esta vez a una azotea de la calle Porvera para reunirse con los organizadores del evento y los artistas. Un contacto todavía más íntimo. Allí, personas de todo tipo y de todas las edades pudieron intercambiar impresiones y opiniones. Aprovecharon para felicitar a los organizadores pero, sin duda, una de las preguntas más repetidas fue “¿para cuándo la próxima?”. Irene Luque aseguró que habrá mucha más ‘redetejas’ “para los que se han quedado fuera y para los que quieran repetir. Pensamos hacerlo a partir de la primavera porque el tiempo esta semana ha sido muy cambiante y no podemos estar modificando fechas todo el rato”.
Este evento cultural nació en Sevilla, creado por ‘La Matraka’. Tras pasar por ciudades como Huelva y Córdoba vino a Jerez donde ha sido también un éxito. Irene comentaba que “la verdad es que estamos bastante contentos con el resultado porque creemos que ha funcionado y sobre todo porque la gente ha quedado con ganas de más. Fue toda una sorpresa, porque sacamos las entradas para que la gente las fuera cogiendo y en menos de diez horas se agotaron. Entonces, eso es que la gente tiene muchas ganas de cultura”.
El centro histórico de Jerez fue perdiendo población durante las últimas décadas del siglo pasado. Actualmente, un análisis realizado por ‘Infusiones Urbanas’ revela que sólo hay un 50% de ocupación. De esta manera, las actividades culturales también han ido cayendo y por ello hay colectivos que dedican su tiempo a proyectos como este, que pretenden fomentar la actividad relacionada con el arte. “Quiero que este prototipo de evento se establezca en Jerez”. Así dicen que vienen para quedarse.