Casi 13.000 fumadores se plantearon dejar el tabaco este año mediante las distintas alternativas gratuitas que ofrece el Servicio Andaluz de Salud bien a través de la intervención básica a la que se sometieron unos 8.674 usuarios y la terapia avanzada individual o grupal en la que participaron 3.900 y 283 personas, respectivamente tras pasar por consulta con su médico de cabecera. No obstante, las intenciones van por un lado y los resultados por otro y, a juzgar por las cifras aportadas desde laDelegación territorial de Salud de la Junta en Cádiz, no todos estos casos acabaron con “final feliz”.
En concreto, según los datos del Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía (PITA) en toda el Área Sanitaria Norte de Cádiz (Jerez, Costa Noroeste y Sierra), de la población fumadora que se proponer dejar este hábito, sólo el 50% de los que terminan la intervención avanzada lo consigue. Atendiendo a estas cifras, a lo largo de 2014 dieron plantón al tabaco poco más de 2.000 personas, en concreto, unos 2.091 usuarios de estos programas, un balance que se mantiene sobre el del pasado año 2013, cuando lo hicieron unos 2.115 aproximadamente de las casi 12.000 que recurrieron a estas terapias -casi un millar menos que en 2014-
A diferencia de la intervención básica, que puede conllevar a que un fumador decida tomar medidas por su cuenta, la avanzada, implica que el paciente decide abandonar este hábito con ayuda de los profesionales médicos.
Ya sea por cuestiones de salud o por una motivación económica, dos circunstancias que se entremezclan aunque con la crisis la segunda ha ganado peso, en este último caso su centro pone a su disposición un plan de programas que incluye una terapia psicológica que se combina con la farmacológica a través de medicinas con y sin nicotina en función del grado de dependencia. Para ello, cuenta con cuatro sesiones semanales de 60 a 90 minutos tras las que pondrán una fecha para dejarlo.
Una vez finalizado estos talleres, el SAS ofrece a estos usuarios un seguimiento que se prolongará durante un año y con especial atención a los seis primeros meses, al ser la etapa más proclive a una posible recaída. Hasta que no hayan transcurrido estos doce meses no se les podrá considerar exfumadores.
otros recursos: la ‘QUITE LINE’
Como resaltan desde el SAS, el tabaquismo es la primera causa prevenible de muerte, por la que fallecen cada año en Andalucía unas 10.000 personas de forma directa (56.000 en España) y 600 como consecuencia de la exposición al humo ambiental de tabaco (3.000 a nivel nacional). Además, tiene importantes efectos negativos sobre la salud, siendo responsable de una gran proporción de los tumores de boca y pulmón, y de las enfermedades cardiopulmonares y respiratorias. Ayudar a las personas fumadoras que lo deseen a dejar de serlo, prevenir la adquisición de este hábito desde edades tempranas y reducir el consumo de tabaco entre las profesiones consideradas modélicas (educadores y sanitarios) y aquellos colectivos donde la incidencia del tabaquismo es más elevada (personas privadas de libertad y con enfermedad mental, entre otras), son áreas en las que trabaja el Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía, habilitado hace siete años, a través de la puesta en marcha de recursos y la elaboración de estudios específicos para abordar cada situación con una metodología específica y adaptada a sus características concretas. En virtud de esta iniciativa, todos los centros de salud y consultorios ofrecen intervención básica y consejos para dejar de fumar.
La extensión de los recursos de deshabituación tabáquica en los centros sanitarios y la puesta en marcha de la Quit Line, accesible a través del teléfono de información sobre el tabaco (900 850 300) o desde Salud Responde (902 505 060), ambos accesibles 24 horas al día, los 365 días del año, se completan con el espacio específico de recursos ante el tabaquismo, en la web de Salud (www.juntadeandalucia.es/salud/tabaquismo).