Por tanto, Martín manifestó que, las sillas son “el resultado y la constancia de los Leones y nos sentimos muy satisfechos de hacer felices a dos personas, a las que las sillas eléctricas les cambian la vida”.
Una de las sillas, las más potente, recayó en la persona de Karel Domínguez, de 48 años, de Algeciras y la segunda para Rafael Muriel, de 71 años, de La Línea de la Concepción.
El acto de entrega contó con la asistencia del gobernador de Leones, Eduardo Fernández Hinojosa, responsable de toda la operación de Los tapones del amor, y “quien se encarga de reunirlos todos en La Axarquía y los manda a reciclar a las fábricas”.
Para poder conceder una silla de minusválido eléctrica, un comité estudia “la acreditación de minusvalía, mediante un certificado médico y un certificado de la trabajadora social de su distrito, acreditando que carece de recursos económicos”.
Continuidad
Martín aseveró que la entidad benéfica continuará con la campaña con la colaboración de los clubes de Estepona y Gibraltar, en la que “colaboran muchos ciudadanos y también gran cantidad de niños de los centros educativos de la comarca, los cuales recopilan los tapones y los llevan a los colegios, de donde el club los retira”.