Dani Pendín entendía, tras la derrota del Xerez DFC, que “estuvimos mal en el primer tiempo. No nos encontramos cómodos a pesar de tener la primera ocasión, de Romerito, pero el portero la salvó. A partir de ahí desaparecimos totalmente. No nos encontramos. Estábamos jugando con dos delanteros y no podíamos conectar con ellos. Poco a poco el Barbate se fue para arriba y aprovechó un error defensivo nuestro. A partir del gol nos pusimos nerviosos cuando más tranquilidad teníamos que tener. Comenzaron las peleas y al final casi no se jugó”.
Tras el descanso y con uno menos, Pendín introdujo variantes ofensivas con objeto de cercar la meta defendida por Zubi. El entrenador analizaba en sala de prensa que “jugamos con tres atrás y tuvimos nuestras ocasiones. Pero entre nuestra falta de definición y el acierto del portero no logramos ni el empate. Poco más. Nos duele muchísimo esta derrota porque perdemos una oportunidad de quitarnos la espina de Jédula. Achicamos la ventaja que teníamos con Guadiaro pero toca seguir luchando. Esto es un camino a largo plazo. Lo estábamos haciendo bien, pero hay que tirar para delante, trabajar más y volver a la senda que traíamos. Esto es como se acaba, no como empieza”.
Por su parte, José María Arriaza, preparador del Barbate explicaba que su equipo venía “de unas cuantas derrotas por la mínima y haciendo buen juego. Hemos trabajado mucho, mantuvimos el orden y la presión nos ha dado efecto a pesar de la profundidad del rival. Luego con los cambios hemos intentado aguantar el partido y nos ha salido bien, tal y como queríamos”.
Tras estas dos derrotas, al equipo azulino le toca el domingo una nueva salida, en esta oportunidad a Chiclana para enfrentarse al tercer equipo chiclanero en categoría senior, el Novo Chiclana.