La Protectora de Animales San Antón fue ayer víctima de un incendio que ocasionó numerosos daños materiales pero del que lograron salvarse los 30 perros que actualmente se encuentran allí acogidos. La entidad sospecha que el fuego fue intencionado, de ahí que tenga intención de cursar la correspondiente denuncia ante la Guardia Civil.
La presidenta de este colectivo, Maripaz Calderón, entiende que es prácticamente imposible que el incendio se produjera de manera espontánea, de ahí que vaya a tramitarse la denuncia con la esperanza de localizar a sus posibles autores o, al menos, tratar de garantizar que no vayan a producirse nuevos episodios como el vivido en la mañana de ayer.
El único alivio que siente el colectivo es que “todos los perros están bien, aunque lógicamente asustados por lo que han vivido”. Las escenas que se vivieron fueron realmente dantescas. En el momento en que los miembros de la asociación llegaban al centro, el fuego acaba de extinguirse.
Lo primero que hicieron fue abrir las jaulas para que los animales pudieran salir a refrescarse con la hierba mojada. Al mismo tiempo, utilizaban cubos para empapar las paredes calcinadas de las jaulas más afectadas por el fuego, que crujían precisamente por el efecto de las llamas.
“Se han quemado los toldos del techo que tenemos para pararles el sol, sus casetas han quedado fundidas en el suelo junto con alguna camita que les tenemos en sus patios, hemos perdido material, casetas que teníamos fuera para los perros que están sueltos, casetas nuevas que nos donaron este martes, y muchas cosas más”, lamentaban desde esta organización.
A lo largo del día el colectivo recibió el respaldo de numerosos ciudadanos, que se ofrecieron incluso a colaborar en todo cuanto sea necesario para que el centro puedan recuperar cuanto antes la normalidad.
