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La Plaza Venus, la ruina de San Ginés

Clausurada desde hace casi dos década y con el fracaso del proyecto del PP de reurbanización a sus espaldas, los vecinos alertan del peligro por hundimiento

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  • Subterráneo que nunca se usó. -

Tradicionalmente las plazas de las barriadas son sinónimo de encuentros vecinales, espacios de esparcimiento, de juegos entre los más pequeños y de conversaciones entre jubilados mientras se refrescan  o toman el sol cuando llega el invierno. Unos hábitos que en el caso de la plaza Venus de la barriada San Ginés, a pocos metros de la piscina cubierta municipal, son una misión imposible desde hace casi dos décadas. 


El avanzado estado de deterioro del sótano  que existe justamente en el rasante de esta plaza, destinado a unos aparcamientos subterráneos que nunca se llegaron a utilizar, llevaron a Urbanismo a clausurar este espacio ante el riesgo de derrumbe y, por consiguiente, de hundimiento.


En consecuencia, el único mobiliario que hay en esta zona son vallas amarillas delimitando el acerado perimetral por el que los vecinos tienen que rodear la plaza para llegar a sus casas, estando terminantemente prohibido que se adentren en su interior, además de varias pancartas bastante desgastadas, como esta reivindicación, 

¿Qué ocurre? Que denominar acerado a este reducido tramo que hacen los vecinos con socavones y restos de gravilla resulta casi anecdótico. Basta con hacer el recorrido que a diario hacen estas 48 familias para ir a sus portales. Esto, sumado a la falta de luz, se traduce en caídas y demasiados tropiezos. La última la sufrió una vecina hace solo una semana y debido al golpe tiene varios dedos rotos y la mano inmovilizada, como ella misma narró a este periódico, sin que descarte denunciar al Ayuntamiento. Lo peor de todo es que el anterior equipo de Gobierno municipal del PP les puso la miel en los labios con su proyecto para recuperar la plaza Venus y su aparcamiento subterráneo, una actuación incluida en el Plan de Actuación 2014-15 y que, como otras tantas obras, nunca llegaron a ejecutarse, aunque en este caso los trabajos llegaron a adjudicarse a la empresa Tarje S.L. en agosto de 2014 por un plazo de ejecución de seis meses. Esta era la primera actuación promovida por el Ayuntamiento después de que obtuviera la titularidad de estos casi 1.000  metros gracias a su cesión gratuita por parte de todos sus propietarios, formalizada mediante escritura pública suscrita el día 13 de diciembre de 2013.


El problema es que la idea de Urbanismo era financiar esta operación a través de la venta de plazas del aparcamiento subterráneo (a 10.500 euros cada plaza) pero obvió hacer un plan de negocio previo. “Aquí no hay problemas de aparcamiento, y aunque se llegaron a apuntar 12 personas, al final el proyecto fracasó y ahora mira cómo estamos”, se queja Antonio Salado, un representante de los afectados del bloque 15.


Conscientes de que la economía municipal está más que resentida, lo único que piden  al Ayuntamiento es que al menos se les arregle a corto plazo el acerado perimetral, que además se anega cuando llueve, y se busque una fórmula para reparar los garajes a través de una concesión u otra alternativa para que la plaza Venus deje de ser un punto negro y, lo más importante, se ponga fin al peligro de derrumbe. “Esto es un peligro. ¿Va a tener que ocurrir una desgracia para que alguien haga algo?”

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