La Comisión Local de Patrimonio, presidida por el teniente de alcaldesa de Urbanismo, Dinamización Cultural, Patrimonio y Seguridad, Francisco Camas, ha informado favorablemente, en su sesión celebrada esta mañana, sobre una serie de actuaciones solicitadas por particulares en materia de rehabilitación o adaptación de viviendas y locales que se van a llevar a cabo en el ámbito del centro histórico.
Entre estos asuntos figura el proyecto presentado por los propietarios del inmueble situado en la calle San Blas números 6, 8, 10 y 12, cuya fachada permanece apuntalada por motivos de seguridad desde el año 2010, impidiendo desde esa fecha el tránsito de vehículos y de peatones.
La ejecución de estas obras, como ha explicado el teniente de alcaldesa, Francisco Camas, “son de gran importancia, pues posibilitará el desbloqueo del expediente de este inmueble, que llevaba años en situación de parálisis, y reabrir al tráfico la calle, dando así respuesta a las reiteradas demandas, tanto de colectivos sociales, como vecinales del centro histórico”.
La propuesta presentada por la propiedad de la finca tiene como objeto la sustitución del actual sistema de apuntalamiento exterior de la fachada que ocupa la vía pública, procediendo a su desmontaje y posterior colocación del mismo en el interior de la finca; de esta forma, se podrán eliminar los dados de hormigón que impiden la circulación en la calle y, una vez esté garantizada la seguridad en la vía pública, reabrirla al tráfico.
El teniente de alcaldesa ha señalado que el desbloqueo de la situación se produce “tras los contactos que hemos estado manteniendo con la propiedad de esta finca y el trabajo realizado desde el área de Disciplina Urbanística, que han permitido por fin alcanzar un acuerdo para que ésta cumpla con sus deberes urbanísticos y ejecute las obras necesarias que garanticen la estabilidad de la fachada y permitan reabrir al tráfico ese tramo de calle, que permanece ocupada por el sistema de apuntalamiento desde el año 2010”.
Recordar que esta situación se produjo a raíz de una demolición que se llevó a cabo en este edificio bodeguero –en el que se proyectaba una promoción de viviendas que no se llegó a realizar- en el que se mantuvo la actual fachada, que está catalogada por su valor arquitectónico. Al presentar esta fachada riesgo de inestabilidad, se ordenó a la propiedad que adoptara un sistema de apuntalamiento provisional para asegurar la estabilidad de la construcción hasta que dieran comienzo las obras de nueva edificación, que consolidase la parte en riesgo.
Dado que no se llevaron a cabo las obras previstas, desde el Ayuntamiento se ha venido instando en varias ocasiones a la propiedad a cambiar el sistema de apuntalamiento actual por otro tipo de medida que consolidase el inmueble sin utilizar la vía pública; en este sentido, se les planteó en su día realizar el apuntalamiento desde el interior de la finca con idea de desocupar la calle y poder reabrirla al tráfico rodado y de peatones, dando respuesta así a las demandas vecinales.
Finalmente, los propietarios del inmueble han asumido el cumplimiento de sus deberes urbanísticos y han presentado a Urbanismo el proyecto de sustitución del sistema de apuntalamiento que se le venía demandando.
