A pesar de todo Feliz Navidad

Cuando vuelvan a leer, si les sigue apeteciendo, estas líneas ya estaremos en la recta finalísima del año 2017, ya habremos disfrutado de la Nochebuena y ya se habrán acabado las zambombas y estaremos preparando el cotillón del Año Viejo y apuraremos las últimas compras de los Reyes. Todo ideal, pero evidentemente en esta foto navideña no entramos todos. Hay muchos, los más pobres, que buscarán afanosamente quien les encuentre un juguete para que sus niños no se queden sin noche de Reyes, otros tendrán en la Nochebuena la pesadilla de la hipoteca que no pueden pagar o si acaso la falta de dinero para abonar la factura de Endesa; otros que podrían pasarlo bien porque tienen liquidez, quizá estén el lecho del dolor y otros recordarán a aquellos próximos que se han ido no hace mucho. No todas las Nochebuenas son iguales, no todos disfrutamos o vivimos la Nochebuena de la misma manera, no todos somos iguales, no todos sufrimos igual, no todos tenemos los mismos sentimientos, no todos vibramos en el mismo sentido. La Nochebuena es de cada cual, de cada enclave familiar. ¿Cuántas personas anónimas, de esas que saludamos, por puro conocimiento diario, al pasear van a pasar la Nochebuena en la soledad más absoluta de sus casas? En Nochebuena todos queremos sacar nuestro lado más solidario, pero la solidaridad es mucho más. Quizá sea conocer las inquietudes del vecino, llamar al timbre de la casa de al lado e invitar a quien está solo. Tal vez la solidaridad del empresario no esté en darle una botella de vino al empleado, sino intentar que el empleado tenga un sueldo digno y unas condiciones laborales dignas. A lo peor la solidaridad es escuchar a aquel de la familia que lo está pasando mal. La solidaridad, ahora que estamos en Navidad y todos nos deseamos lo mejor, no es solo tapar tu conciencia con un litro de leche entregada en la zambomba solidaria de cualquier asociación, la solidaridad debe ser todo el año  con tus prójimos, que son los más cercanos, y con los pueblos que sufren las injusticias sociales de las que todos, en Occidente, somos culpables. A pesar de todo, Feliz Navidad.