El atleta algecireño Jorge Páez, tras toda la resaca de haber conseguido su sexto título mundial en el salto de longitud (hoy hace junto una semana de su medalla de oro, gracias a una marca de 5,68 metros; el Mundial de veteranos concluyó el pasado sábado en la localidad finlandesa de Lahti. Y es que Finlandia parece que se le da bien al algecireño ya que hace dos años se hizo con el Europeo), apura los últimos coletazos de la temporada al aire libre. Y es que de puede decir que ya ha terminado, aunque nunca deja de entrenar para no perder la forma. La última cita de la temporada será el 4 de agosto en Huesca donde se celebra el Campeonato de España de pruebas combinadas, aunque a estas alturas no sabe si va a acudir. “Aún no sé si voy a participar, y es que el 1.500 me cuesta mucho, y la última vez que participé en este tipo de campeonatos, creía que me iba a morir durante la prueba, y es que me costó mucho”. Pero mientras estudia si participa o no, “hasta que caíga en mis manos la jabalina o el disco. Y es que depende de como me encuentre de cara a encarar los 1.500 metros que es donde más sufro”. Pero no para de entrenar, y es que sólo son los entrenamientos (sesiones diarias de abdominales, fuerza, velocidad, también cita con el gimnasio. En verano también acude a la Playa de El Rinconcillo cuando las pistas del estadio Enrique Talavera están cerradas, para completar su entrenamiento diario), ya que también la alimentación se supedita al atletismo.
Una vez que acabe la temporada al aire libre, corriendo empieza la pretemporada en pista cubierta, aunque los campeonatos no serán hasta comenzados el año 2010 (primero el Andaluz, el Nacional, y este año el Mundial será en pista cubierta. Y es cada año es alternativo, cuando el Mundial es en al aire libres, como ha ocurrido este año, el Europeo es en pista cubierta, y viceversa. De hecho, este año el Europeo de Veteranos se celebra en la localidad natal del finlandés Pertti Ahomäki, segundo tras Páez, el martes pasado en la prueba del salto de longitud del Mundial). Aunque no sabe si acudirá al Mundial. Una de las principales razones es el largo desplazamiento hasta Canadá. Y es que la mayoría de los atletas veteranos se costean sus propios desplazamientos. Aunque el algecireño Jorge Páez cuenta con el patrocinio de Caja Madrid, que le permite acudir a este tipo de eventos a nivel mundial. Y es que el poder contar con un patrocinador fuerte también ayuda al atleta. De hecho, el algecireño señaló que “aún no sé si voy a acudir al Mundial en pista cubierta (se celebra en marzo) debido al largo des hasta Canadá. De hecho, durante el Mundial (en Finlandia) he estado halando con algunos atletas y muchos de ellos no acudirán precisamente por el coste del viaje”. Pero a pesar de ser en marzo, debe de pensarlo con rapidez, ya que la inscripción tiene que estar hecha en torno al mes de noviembre. Indicó que “tendré que hablar con ellos con respecto al presupuesto que tenemos. Aunque no depende sólo del dinero, sino también de como me encuentre, ya que si veo que no llego a una marca establecida antes de acudir al Mundial no iré”.
Emoción
Con respecto al último Mundial celebrado en Lahti (Finlandia), donde consiguió su sexto título, y en cuanto a si ya se ha acostumbrado al subir a lo más alto del podio señaló que “cuando es un campeonato de España, dependiendo del nivel así es la emoción. Cuando estas allí, los nervios, la presión te puede, y allí la relajación se te quita, porque empiezas a ver los fantasmas. Y siempre cuando estas allí te haces la misma pregunta, de que este va a ser mi último campeonato y no merece la pena sufrir. Y es que el sufrimiento no es el entrenamiento, sino los días previos al campeonato, y cuando estas allí, ya no vives. No te acostumbras”. Añadió que “yo he este año, curiosamente (el único pero en la organización del Campeonato del mundo, es la entrega de medallas, que es muy pobre)se me hizo un nudo en la garganta, y éso que estábamos sólos practicamente y no sé porqué. Será porque me he visto más apurado para ganarlo (aunque le sacó 24 centímetros al segundo clasificado), se me hizo un nudo en la garganta y pensé que se me iba a caer alguna lagrimita. No sé sería el momento. Por éso no te acostumbras, porque cuando estas allí, en esa milésima de segundo se te viene todo a la cabeza, cuantas horas de entrenamiento, de sufrimiento, de privaciones. Y es que la gente se piensa que a los atletas veteranos nos espera algún delegado allí donde vamos, pero que va, llegas sólo. Aunque alguna gente va en grupo y van más arropado. Pero la mayoría vamos por libre”.
Pero a pesar del sufrimiento también tiene su lado positivo y de humano. “Un atleta brasileño de cuarenta y pocos de años me paró y me dijo que si había saltado 5,98, y 6,04 metros en Liuvana y hoy has saltado 5,68. De mi categoría lo podría saber, pero él está en su mundo, y me dijo que me seguía durante todos los campeonatos, porque era un espectáculo verme, y te despiertas y entonces ves el valor de estar en lo más alto del podio”.