Unas 70 personas se dieron cita en la convocatoria realizada por el sindicato CSI-CSIF para reclamar mayor seguridad para todo el personal de un centro que, como comentaron algunas voces de la movilización, “está en territorio comanche”.
El delegado de CSI-CSIF, Antonio Moreno, destacó que “cuando nos enteramos de este desagradable incidente, reiterativo ya, convocamos esta concentración como denuncia ante la inseguridad de los profesionales y apoyando a los compañeros que sufren estos lamentables incidentes”.
Con todo, Moreno avanzó que “esto no va a quedar aquí. Esta es la primera medida que vamos a tomar porque este centro tiene una prevalencia de incidentes, una reiteración en el tiempo ante la que hay que dar respuestas”.
La central sindical destaca que “estas situaciones violentas tienen consecuencias sobre los profesionales, que van desde la desmotivación a incluso la baja, como ha sucedido en este caso con uno de los agredidos que ha renunciado a renovar su contrato que finaliza en octubre”.
Críticas
El sindicato CSI-CSIF criticó la falta de representación de la Administración en la movilización planteada ayer. En esta línea se asegura que “están siempre ausentes de estos eventos por lo que entendemos que no les importa mucho lo que les suceda a sus profesionales en el tiempo de trabajo”.
Por otro lado, Moreno recordó la existencia de “un plan de atención a las agresiones a profesionales de servicios sanitarios públicos de Andalucía. Vamos a exigir que se cumpla en todos sus conceptos en su forma más amplia”.
En este sentido, el plan contempla “la confección de un mapa de riesgo que no se ha hecho”. Y es que, según el sindicato sanitario, los centros de salud de El Saladillo y La Bajadilla, en menor grado, “son los más conflictivos de la ciudad” sobre todo con “agresiones verbales y coacciones”.
Paralelamente, esta central sindical ha puesto en contacto a los profesionales agredidos con el servicio jurídico “ya que el plan recoge la representación ante la justicia”. Moreno también se refirió a la puesta en marcha de un “plan de formación específica para los profesionales para que sepan afrontar estas situaciones violentas, y muy desagradables”.
Asimismo, el plan de atención incluiría la activación de medidas “activas y pasivas”. Entre las pasivas se inscribirían “una segunda salida de los consultorios o que estuvieran comunicados entre ellos para disponer de una vía de escape ante una eventual agresión”. Además, se plantea “que en casos en donde los individuos sean reiterativos en cuanto a las agresiones no se pase consulta sólo”.
En cuanto a las acciones activas, CSI-CSIF destaca “la vigilancia jurada. Sobre todo en centros en los que se hace guardia de noche también”. A este respecto, el servicio de vigilancia en este enclave se alarga de 8.00 a 21.00 horas de lunes a viernes, dejando algunos de las horas más inseguras sin protección”.