El indicativo de que los barqueños están llegando a la pedanía es la Torre, la Torre de la Iglesia parroquial de San Isidro. Es su emblema. Es la Torre que los guía, que los vigila, es la Torre donde toda La Barca de la Florida se mira un día y otro.
"A todos los barqueños … y allegados: Uno de los edificios por los que es conocido nuestro pueblo desgraciadamente se encuentra en tan mal estado, que corre peligro de caerse”. Era el 20 de noviembre de 2017 cuando el cura párroco de la de San Isidro de La Barca alertaba del deterioro tremendo que sufrí la torre del templo y el peligro inminente que tenía para caerse por “una alteración progresiva del hormigón provocando la perdida de firmeza en su estructura”.
No han pasado siquiera dos años y la torre, que es la vigía de La Barca de la Florida, que es ese monumento en el que todos los barqueños se miran un día y otro también, se encuentra ya en perfecto estado de revista gracias a la aportación de 10.000 euros realizada por el Obispado de Asidonia Jerez que es quien llevó a cabo la obra completa de la torre, aunque, a partir de ahí, se ha llegado a un gasto final de 58 mil euros ya que no solo se restauró la torre, sino la campana, la nave principal ya que la vía se encontraba en mal estado y ha habido trabajos de pintura exterior, de saneamientos y de decenas de cosas que han ido saliendo en una obra que casi continúa “aunque ya la torre está pero todo lo que se haga en beneficio de la parroquia se dice que es de la torre”. Y es que las aportaciones y los eventos prosiguen celebrándose en La Barca, como ese torneo de benjamines que no ha mucho ha llevado a cabo el Florida CD.
Hasta los 58 mil euros se ha llegado “gracias a la solidaridad de familias y eventos” ya que “desafortunadamente La Barca no tiene recursos suficientes para ello”, pese a lo cual “colocamos huchas en distintos establecimientos y tuvimos una recaudación de dos mil euros”, hemos celebrado eventos en algunos de los cuales “se han hecho mil euros” o la colaboración “extraordinaria del Florida CD con Andrés Oñate y su gente al frente que han hecho distintos acontecimientos deportivos y han aportado más de dos mil euros”.
La parroquia, comentaba el ubriqueño sacerdote párroco Diego González Pérez, que lleva quince años en La Barca, “está quedando hasta bonita”. Y es que sin género de dudas el templo parroquial “que tiene una historia de setenta años ya que La Barca fue el segundo pueblo de aquellos de colonización”. Concretamente la fundación de La Barca de la Florida data del año 1948 y la parroquia y su torre, junto al puente, son uno delos emblemas del pueblo y ya el propio párroco se encuentra tranquilo “porque después de los trabajos realizados de saneamiento, tratamiento de las vigas y también las paredes, tenemos parroquia para muchos años”.
Y es que el párroco quiere que los barqueños se sientan “orgullosos de lo nuestro, manteniendo nuestro patrimonio vivo y para la posteridad”.
Tras aquella llamada a todos los barqueños el 13 de marzo de 2018 se procedió a la firma de la mesa de contratación para el comienzo de las obras de mejora y acondicionamiento de la Torre. Se firmó en el Obispado de Jerez por parte del párroco Diego González, Diego Moreno, ecónomo de la Diócesis y José María Collantes, viceecónomo de la Diócesis. Tras la firma se estableció la fecha del comienzo de las obras, siendo esta a principios de abril y en esa misma semana comenzaron los tratamientos para xilófagos (carcomas) en las vigas del techo de la nave de la Iglesia. Fue el primer paso, importantísimo, para la restauración de la torre. Los trabajos tardaron unos tres meses.
Y el 5 de junio del pasado año igualmente se firmaba el contrato de la obra de más envergadura de la parroquia. Se trataba del pintado de la Torre (interior y exterior) y saneamiento de todo el perímetro del edificio completo de la Iglesia. Además de la realización de una limpieza y reparación de la cubierta del presbiterio y de la nave central. Esta última fase comenzó en el mismo mes de junio y en las redes sociales el párroco comentaba que todo ello era “gracias al apoyo de entidades y de esas personas que colaboran para llevar a buen fin este proyecto”, indicando que “aún queda un camino largo para finalizar el pago. Esta es la última obra y la más vistosa de todas las que se han llevado a cabo. También es el presupuesto más elevado. Seguimos agradeciendo aportaciones y pidiendo el “empujón final”. Sin ayuda de amigos (vecinos del pueblo y foráneos) no podemos”, insistiendo que el Obispado había costeado “ la obra completa de la estructura de la Torre” y que “La Caixa ha subvencionado la reparación de las campanas que tan bien suenan ahora”.
Una obra para mantener la identidad de una población. Su Torre y su puente son emblemas de La Barca de la Florida. Todos pueden estar tremendamente orgullosos de lo que se ha hecho. Desde su párroco hasta su alcalde y hasta el último vecino de esta ELA jerezana que vio a su Cristo de la Piedad el Viernes Santo delante de su Torre.
