En aquel momento, coincidiendo con la colocación de la primera piedra se dieron cita sacerdotes de distintas parroquias locales, además del vicario general de la Diócesis, Guillermo Domínguez. Por parte municipal acudió la concejala delegada de Protección Ciudadana, Cristina Garrido.
El acto se llevó a cabo el 29 de junio de 2007, después de las pasadas elecciones municipales. Han pasado dos años y más de tres meses y nada se sabe de sobre cuándo comenzarán las obras.
En gestiones realizadas con el Obispado, su departamento de Patrimonio no se ha pronunciado sobre cuándo se tiene previsto comenzar este proyecto o si se abandonará. Mientras tanto, el solar de la Plaza Picasso de San Bernabé, a pesar de estar vallado en su práctica totalidad, se encuentra lleno de basuras acumuladas y de altos matorrales.
El presidente de la asociación de vecinos La Casita de las Palomas, Juan Carlos Moreno, en declaraciones a este diario, ya denunció el estado “de total abandono” que presentaban esos terrenos “con peligro de que se produjera un incendio” durante los rigores del verano “por la gran cantidad de maleza que presenta” el solar.
Moreno aseguró que “la situación es la misma que la de este verano” e incluso, añadió, “tengo entendido que la Iglesia tiene algún problema con el Ayuntamiento”, porque “puede que no le facilite más solares en barriadas, en el marco de un convenio que existía con el entonces alcalde, Patricio González”, aunque “este extremo no me ha sido confirmado”.
En cualquier caso, “parece que la Iglesia ha dado marcha atrás en el proyecto o éste duerme el sueño de los justos y no tiene intención de limpiar el solar, aunque como propietario, saben que deben mantenerlo”.
Por ello, desde la asociación “le exigimos a la Iglesia católica, apostólica y romana que cumpla con su compromiso y ya que tiene un solar, no fastidie a los vecinos próximos, porque les pueden provocar algún problema, bien por un incendio o por la presencia de insectos y ratas” en la zona. “Como cualquier propietario de una parcela deben mantenerla y cerrarla”.
Moreno, recordó las gestiones realizadas con el concejal “de la indisciplina urbanística, como yo la llamo”, Diego Sánchez Rull, “que se muestra benevolente con los grandes terratenientes de San Bernabé y con los grandes promotores de la Iglesia católica, y no tanto con los pequeños propietarios” porque “el único que cumplió con su deber fue Promociones Samber, el resto han hecho caso omiso a los requerimientos municipales”.
Proyecto
El proyecto para construir el complejo parroquia de San Bernabé, redactado por la empresa BDZ fue presentado en aquel momento por el arquitecto, Joaquín de Mier, (quien lo había efectuado junto a Sergio Sánchez Machuca), quien destacó que esta actuación contemplaba 2.470 metros cuadrados de los cuales casi 1.000 (en concreto, 978) ocuparía el templo y los 1.491 restantes, el complejo que iría detrás de las dependencias parroquiales.
El nuevo templo que se proyectaba estaba ideado con mucha luz y amplitud, predominando el color blanco. Sería racionalista y austero y el altar estaría integrado entre los feligreses. Además, tendría una cruz de referencia como el más alto en la colina, como un faro en la barriada.
El deseo del Obispado era construir un total de cuatro nuevos templos en Pelayo, Getares y El Cobre, para lo que habían solicitado parcelas de equipamiento municipal al Consistorio.
