Ejerciendo su derecho a replica tras la intervención española ante el IV Comité de las Naciones Unidas, el representante del Ejecutivo británico señaló que había que tener en cuenta lo referido en Bruselas dentro de la decisión consensual.
Consideró positivo el progreso dentro del Foro Tripartito, indicando como efectiva la relajada atmósfera existente en la última reunión celebrada en el Peñón, así como los avances conseguidos con los Acuerdos de Córdoba.
Se añadió en las declaraciones que el Gobierno británico mantenía buenas relaciones con España y que seguirá trabajando de manera constructiva en todos los aspectos referidos a Gibraltar.
El proceso Tripartito, añadió el Ejecutivo británico, no supone prejuicio ante las respectivas diferencias sobre la soberanía y continúo indicando que el Reino Unido no tenía duda alguna de su soberanía sobre Gibraltar y sobre las aguas territoriales que lo rodean.
Por lo tanto el compromiso hacia el Peñón es doble. Por un lado el Reino Unido no llegará a ningún acuerdo que signifique que el pueblo de Gibraltar pasaría su soberanía a otro Estado, en contra de sus deseos.
El Gobierno británico pidió al IV Comité que la decisión consensual ha de verse dentro de este contexto, añadiendo que las implicaciones de ello y de la posición de Gibraltar sobre el proceso de Bruselas en cuanto al tema de su soberanía y bilateralidad, queda claro.
Una vez más realizó el Reino Unido un llamamiento al Comité para que a la hora de revisar este asunto en el futuro, quizá debería tenerse en cuenta la relación moderna entre el Reino Unido y Gibraltar, reflejándose con ello claramente los deseos del pueblo.Recordó que la nueva Constitución daba al Peñón una relación más moderna y madura con Reino Unido y que la misma no está basada en el colonialismo.
También indicó al Comité que la lista de colonias está anticuada y que no se estaba teniendo en cuenta una relación que había sido aceptada por ambas partes.
Reino Unido considera que Gibraltar disfruta de todos los derechos otorgados por la Carta de las Naciones Unidas, detallando que la nueva Constitución confirma el derecho a la autodeterminación para le pueblo de Gibraltar y que no debe ser asumida por la aplicación de ningún otro Tratado internacional.