Moratinos y el portavoz de Exteriores del PP, Gustavo de Arístegui, pusieron de evidencia el distanciamiento en la política hacia Gibraltar en el debate mantenido durante la comparecencia del ministro en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso para informar sobre su viaje al Peñón del pasado mes de julio.
El ministro culpó al PP de romper por primera vez el tradicional consenso sobre este asunto, cuando el Gobierno “no ha renunciado ni un ápice” a recuperar la soberanía de la colonia, cedida al Reino Unido por el Tratado de Utrecht (1713).
“En el Parlamento británico, en cuestiones de Estado como la de Gibraltar no hay división entre partidos. Ustedes (el PP), sí. Por primera vez, se escucha en esta Cámara que hay divergencias sobre la política de Gibraltar, que lo que hace es debilitar la posición de España de lograr una solución definitiva”, argumentó Moratinos.
De Arístegui reconoció las “profundas discrepancias”, que justificó en la “débil” posición defendida por el Ejecutivo en asuntos como la defensa de la españolidad de las aguas que rodean al Peñón.
Ganar la confianza
“Quizá den patadas, pero no hay ningún gol”, respondió el ministro, quien aseguró que “se avanza con determinación, con fair play ( juego limpio) y espíritu deportivo para ganarnos la confianza de los gibraltareños”.
Moratinos insistió en que la cooperación con Gibraltar y el Reino Unido a través del Foro de Diálogo creado en 2004 es la única vía para tener “posibilidades de resultados reales” a la hora de recobrar la soberanía y apuntó que el Gobierno sigue trabajando con la idea de reanudar, “cuando se den las circunstancias adecuadas”, las conversaciones sobre el dominio de la colonia.
Como ya proclamó durante su visita al Peñón, Moratinos ha dejado claro que la reivindicación de España es “irrenunciable” y que la política de colaboración “no supone renuncia, ni menoscabo”, de esta demanda.
El ministro ha reiterado que no habrá ningún acuerdo sin el consentimiento de los gibraltareños, por lo que ha pedido tiempo para poder ganar esta confianza a través de la cooperación en áreas como el medio ambiente, la educación o la seguridad.
Cervantes
“Resultados los hay ya, concretos. Los va a haber todavía más. Tengo una enorme voluntad de abordar el problema”, ha subrayado Moratinos, quien ha reafirmado la intención de que la sede del Instituto Cervantes en Gibraltar esté abierta antes de fin de año. Reclamó además la confianza que se le concedió a otros ministros de Exteriores para tratar de poner fin al contencioso después de 305 años.