Según ha podido saber este diario a través de fuentes judiciales, los hechos tuvieron lugar en 2005. En aquel entonces, fue la propia madre de las pequeñas la que formuló la denuncia.
Las dos menores declararon durante la vista de ayer a través de videoconferencia, ante el trastorno que podría suponer encontrarse con su presunto agresor en la sala de vistas. El proceso, que quedó ayer visto para sentencia, se celebró a puerta cerrada, con presencia de familiares de la madre y del padre de las niñas.
Algunos de ellos acudieron como testigos, caso de la denunciante y otros miembros de la familia.También testificaron durante el proceso dos psicólogos que han atendido a las niñas durante los años transcurridos desde que se produjeron los hechos.
Pesadilla
Fuentes de la familia del acusado relataron el "calvario" que están viviendo a raíz de las acusaciones contra el padre de las niñas. De hecho, señalaron ayer que desde entonces no han podido comunicarse con las niñas "ni siquiera por teléfono" y que, en el proceso de ayer, "las sacaron por atrás para que no pudiéramos verlas".
Una de las disyuntivas que han saltado en relación a este caso es la posibilidad de que el padre llegase supuestamente a consumar las violaciones de sus hijas, ya que durante el juicio las menores relataban que habían dormido con su padre. Otra de las versiones, cercana a la familia del acusado, apunta que sólo podría hablarse de acusación por tocamientos.