Tras la intervención de la alcaldesa le tocó el turno a la oposición. Debían hacerlo por orden de representación, de mayor a menor. Cada grupo 30 minutos, más turno de réplica. Comenzó el PP. Su portavoz, Antonio Saldaña, levantó un discurso que hubiera tenido mayor impacto si hubiese cerrado el pleno, de ahí que pareciera recurrir al efecto Jerry Lee Lewis el día en el que quemó su piano en una actuación: “Supera eso”, le dijo a Chuck Berry, que venía después. Si buscaba acaparar la atención del debate, no cabe duda que lo consiguió, aunque para ello abusara de la escenificación. Su mensaje inicial era sencillo y nítido -más bien ruidoso-: en Jerez habría que hacer saltar las alarmas ante la gestión del gobierno socialista de Mamen Sánchez. Y lo hizo, literalmente, portando una alarma que hizo sonar tras cada “mentira” enumerada o promesa incumplida. Para ello contrapuso la isla de Utopía, en la que dijo vive instalado el ejecutivo local, con la televisiva de las tentaciones, donde, al parecer, suena esa misma alarma a cada despropósito de los concursantes -no puedo dar fe de ello puesto que no pierdo el tiempo en ese tipo de programas, pero el guiño era evidente-.
Tras el golpe de efecto, el portavoz popular profundizó en más aspectos de la gestión municipal, pero apoyado siempre en frases subrayadas y reiteradas para consolidar su mensaje, como que “el dato fulmina al relato” -para poner en evidencia las cifras que cuestionan la gestión de Sánchez-; otra como inspirada por Ayuso, “socialismo o empleo”, para criticar la falta de capacidad para crear empleo en la ciudad; la definición de la alcaldesa como una “busca líos”; y que su balance de gestión fuera “el debate de una simulación” en el que olvidó citar todas las veces que ha dicho “no” a las reivindicaciones de vecinos y colectivos de la ciudad.
A esas alturas no había marcha atrás, y lo primero que le replicó la alcaldesa fue que “es una pena que no le saltara esa alarma el día que dio positivo tras coger el coche”. Se lo había puesto en bandeja. A partir de ahí le respondió que podía “dar pocas lecciones” y le censuró “su forma de hacer política. Le gusta dinamitar. Y tengo claro que entre el interés de Jerez y el suyo, siempre elegirá el suyo”. En su contra réplica la cosa fue a más y Saldaña se defendió a partir de una anécdota de Churchill -la de la señora que lo llamó “borracho”- para llamar a la alcaldesa “impertinente” por utilizar “temas personales” tras el “baño de realidad”. Sánchez, por su parte, se limitó a cancelar el duelo dialéctico citando a Sócrates y lamentando que el discurso del portavoz del PP estuviera plagado de “eslóganes”, pero de “pocas propuestas”.
Se habían cumplido entonces tres horas de pleno del debate del estado de la ciudad, y todavía quedaban por intervenir los demás grupos, aunque la sensación de montaña rusa de la confrontación entre PSOE y PP se fue diluyendo poco a poco, aunque no el eje central del discurso de la oposición, ya que Cs, Adelante y Ganemos coincidieron en la necesidad de potenciar las condiciones para la creación de empleo y en la de dotar a la ciudad de un presupuesto para 2021 que contemple las necesidades provocadas por la crisis sanitaria en la sociedad y la economía local.
Ciudadanos, a través de Manuel Méndez, comenzó por apuntar que la “gestión es manifiestamente mejorable. Ni siquiera llega al aprobado” y reivindicó un Pacto de Reconstrucción de Jerez consensuado con todas las formaciones políticas, antes de recriminar al ejecutivo que hayan olvidado que “Jerez es un diamante en bruto al que no han sabido sacarle brillo”.
Desde Adelante Jerez, la bicefalia formada por Raúl Ruiz-Berdejo (IU) y Ángel Cardiel (Adelante) incidió en su decepción a la hora de comprobar cómo el PSOE había dejado pasar la oportunidad de activar políticas de izquierdas y asumir las propuestas que habían negociado con ellos mismos. Ruiz Berdejo insistió sobre todo en la “necesidad” de “escuchar” a la ciudadanía para no incurrir en los “errores de siempre”, que pasan por el “conformismo” y “escoger el camino fácil”, incluso “arrodillarse ante las multinacionales”.
Kika González, de Ganemos Jerez, cerró las intervenciones con un reivindicativo mensaje social en el que tuvo muy presente a la gente de Jerez que lo pasa mal y para la que reclamó una “estrategia común”, ya que “la crisis se ceba con los más necesitados”. “La gente nos pide acuerdo, trabajo, soluciones a la crisis, no debates estériles”.
Un retorno al pasado recurrente
A excepción de Ganemos, los demás grupos de la oposición recurrieron al pasado -incluso el Gobierno, aunque para aludir a los años del PP. De hecho, el PP le afeó que no deje de mirar al pasado, en vez de mirar al futuro-. Ciudadanos, por su parte, lo hizo para recordar que ya son casi seis años de Gobierno socialista y que toca exigir resultados. Desde Adelante Jerez lo hicieron para subrayar la decepción experimentada con el paso del tiempo después de la ilusión generada en 2015.