El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ha ratificado la sentencia que condenó al Servicio Andaluz de Salud (SAS) a pagar 1.051.751 euros a una jerezana que en junio de 2016 quedó en coma a consecuencia de la anestesia recibida en el preoperatorio de una operación de cataratas en el Hospital de Jerez, después de que la familia de la paciente, C.B.R., denunciara por negligencia médica el caso en los tribunales.
El TSJ confirma la sentencia inicial según la cual hubo mala praxis por parte del SAS, ya que tras aplicársele la anestesia, los servicios médicos dejaron a la mujer sola en la sala de preoperatorio durante un tiempo indeterminado, pese a que el protocolo exige monitorización y vigilancia de los pacientes en esa situación y pese a conocer también que pueden surgir complicaciones en 1 de cada 500 casos.
El fallo considera que los servicios sanitarios tampoco atendieron rápidamente a la paciente cuando tuvo una reacción a la anestesia, lo que le provocó una falta de oxígeno en el cerebro que no pudo paliarse con las maniobras de resucitación cardiopulmonar que se le aplicaron. La mujer quedó con lesiones permanentes en forma de coma con nula expectativa de recuperación, y falleció en 2020.
A la indemnización de más de un millón de euros que señaló en 2019 la sentencia de la Audiencia Provincial de Cádiz, por los perjuicios personal y estético, daños morales y patrimoniales, se suman ahora los intereses que confirma el fallo del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. A fecha de hoy, los herederos de la víctima recibirán 1,2 millones de euros.
Roberto Carlos Ortega, del despacho que ha defendido los intereses de la paciente y sus familiares, explica que “es una de las indemnizaciones más altas por negligencia médica”, y se muestra “muy satisfecho porque se reconoce el gran daño que se causó a la víctima, y la lucha de sus familiares en los tribunales para que el Servicio Andaluz de Salud lo compensara y para que casos como este no vuelvan a suceder”.