Las imágenes que día a día llegan desde Ucrania tras la invasión rusa hicieron que Vicente Jiménez Ifergan, un coleccionista de arte fenicio malagueño, se levantara una mañana y viajara en su coche hasta Croacia. Desde ahí ha conseguido alquilar un autobús con 47 plazas para traer a Málaga a refugiados de la guerra en Ucrania.
"No podemos quedarnos sentados sin hacer nada", pensó este malagueño, que tiene un hijo ucraniano y guarda una estrecha relación con este país. En principio, tal y como cuenta en un comunicado, su intención era recoger a una familia de amigos para sacarlos de la zona de conflicto, pero al llegar a la frontera y ver la situación de los campos de refugiados, decidió hacer todo lo que estuviera en su mano para ayudar a más familias.
Así, en estos momentos está recogiendo a familias de mujeres con hijos que han podido huir de la guerra, con el objetivo de llenar el autobús que ha alquilado y regresar a Málaga. "El proceso no es sencillo", ha asegurado, pues también está intermediando con entidades públicas para que estas 47 personas puedan ser acogidas a su llegada.
Este malagueño asegura encontrarse "agotado física y mentalmente", pero ilusionado con la posibilidad de poder ayudar a estas familias. De hecho, debido a la cantidad de personas que ha podido reclutar --más de 60--, ya se plantea la posiblidad de fletar un segundo autobús para el resto.
Jiménez Ifergan estuvo en la guerra del Líbano y conoce muy bien este tipo de conflictos y la situación de sufrimiento que ocasiona. Por eso, no ha podido frenar su impulso de querer ayudar a los demás. Ahora pide "apoyo y concienciación ciudadana para acoger a las familias que lleguen a Málaga y poder dotarlas de un sitio donde dormir".