Seis bomberos del Consorcio Provincial de Bomberos (CPB) de Málaga y
un profesional del Cuerpo de Bomberos de Torremolinos se han desplazado en
cuatro furgonetas privadas hasta Polonia para
recoger y traer hasta Málaga a refugiados ucranianos. Igualmente,
otro efectivo del Consorcio acudirá a la zona como voluntario de Cáritas para prestar apoyo y ayuda a quienes han tenido que abandonar su país por la guerra tras la invasión de Rusia.
El presidente de la Diputación de Málaga, Francisco Salado, ha agradecido estas iniciativas de los profesionales del CPB, “que son
una muestra más de la solidaridad que están demostrando los malagueños ante la crisis humanitaria generada por los más de dos millones de ucranianos desplazados por la invasión rusa, que supone un atropello de los derechos humanos”.
Salado ha añadido que, ante emergencias y catástrofes, los efectivos del Consorcio han demostrado en reiteradas ocasiones no solo su gran profesionalidad, sino también su faceta humanitaria y altruista. Y ha explicado que
desde el CPB se les ha facilitado que puedan llevar a cabo esta acción solidaria.
Los bomberos del CPB -
Jair Pereira, Francisco Coronado, Antonio G. Feu, Antonio M. Cobos, José M. Blanco y Lorenzo Álvarez- han llegado este miércoles a la frontera de Polonia con Ucrania
transportando en las furgonetas material quirúrgico y de primeros auxilios, torniquetes y gasas para hemorragias, ropa técnica para el frío, sacos de dormir, esterillas, pilas y linternas, cocinas portátiles, generadores y motosierras, entre otro material.
Y
traerán hasta Málaga a 11 personas con la intermediación de la
asociación Maydan, de ucranianos residentes en la Costa del Sol.
Salado ha subrayado que la Diputación de Málaga está coordinando y canalizando las labores de emergencia y ayuda a la población ucraniana que se están prestando en la provincia y en la que participan administraciones públicas, organizaciones no gubernamentales y asociaciones junto al consulado y la comunidad ucraniana de Málaga.
La Diputación de Málaga ha ofrecido las instalaciones de sus
residencias en los centros de La Térmica y La Noria para acoger a los ciudadanos ucranianos a los que la invasión de su país ha sorprendido en España y que ahora no pueden o no quieren regresar, así como para atender a refugiados y niños que lleguen a la provincia. En este sentido, en La Noria hay acogidas actualmente una docena de personas.