La ilusión con el Unicaja de esta temporada es un hecho. Solo hay que mirar las gradas del Palacio de los Deportes malagueño, que comienza a ser una cancha hostil para todo equipo que intente asaltarla. Tan solo el Real Madrid, y por poco, pudo llevarse un triunfo de una pista con mucho pulmón y más corazón todavía.
Los datos de asistencia evidencian que se han recuperado esas ganas de disfrutar del baloncesto con un equipo que ya no se arrastra por el campo. Por el momento se han disputado cuatro partidos de la Liga ACB en Málaga en esta temporada 2022-23 y se ha sumado
una asistencia media que hacía muchos años que no se veía, concretamente desde la campaña 2011-12.
En aquel año la media fue de 9.725 personas, en este se llega al promedio de
8.492 espectadores. Se empezó de manera decente contra el Gran Canaria (6.232), se llenó como habitualmente sucede contra el Real Madrid (10.602), volivó a haber ambientazo en el primer derbi regional ante el Real Betis (8.030) y se rozó el cartel de no hay billetes en la última victoria contra el Covirán Granada (9.107).
La fórmula es sencilla: las victorias llaman, los fichajes atraen y la manera de jugar arraiga. Actualmente hay
6.674 abonados y el pabellón es un fortín, incluso en los dos partidos de BCL hasta ahora disputados. Es el año del regreso del Factor Carpena, un auténtico infierno verde.