El malagueño
Alejandro Davidovich se ha estrenado en el
Abierto de Australia por todo lo alto. En su debut se sobrepuso al sacador kazajo
Alexander Bublik por un ajustado 6-0, 6-7(3), 6-4 y 6-3, en una primera ronda que duró tres horas y 12 minutos. Un esfuerzo encomiable, un tenis de ataque y resistencia.
Foki tuvo que resistir a los 20 saques directos —y 43 golpes ganadores en total— que conectó su rival, un especialista en este tipo de pistas. Se aguantó, remontó y se consumó la alegría de un triunfo moral por su manera de caer y volver a levantarse.
Y lo hizo siendo valiente en la red y con agresividad al resto, donde firmó 6 quiebres en 13 oportunidades. Con la demostración de fuerza en la madrugada de este martes cierra su victoria número 15 en un Grand Slam, una categoría de torneos en la que presenta un balance de partidos de 15-11.
No fue una jornada de Abierto de Australia con normalidad, ya que
el juego se interrumpió durante cuatro horas por el extremo calor que acusó Melbourne Park. La organización del torneo decidió aplicar la política de calor extremo redactada en 2019 para parar los partidos de las pistas exteriores que se encontraban en progreso (el de Davidovich y el de Pablo Carreño, que también ganó). La cosa era seria, ya que la sensación térmica a orillas del Yarra alcanzaba los
37 grados.
El malagueño, que alcanzó la segunda ronda en 2022 y 2020, desveló que, si por él hubiera sido, no hubieran parado de jugar a pesar del calor asfixiante. Además, el de la Cala del Moral celebró con tanto ímpetu la victoria porque “tenía una espinita clavada contra ese jugador”. “En el Godó hace dos años iba ganando contra él y se me torció. Es un jugador con muchos altibajos y siempre intenta llevarse el partido a su terreno. Habla, tira dejadas… Hoy me ha extrañado que no haya hecho el saque por debajo”, explicó sobre el kazajo.
Su rival en la siguiente ronda será el estadounidense
Tommy Paul, número 35 del mundo, que se impuso al germano Jan-Lennard Struff por 6-1, 7-6(6) y 6-2.