El resultadismo es lo único que cuenta y de sensaciones no se salva un equipo. El Málaga jugó un partido pragmático, con ideas claras, dejando la portería a cero, con errores de por medio que se supieron tapar y se tuvieron pocas ocasiones no aprovechadas. En cuatro días,
Pellicer dejó tinta de su firma, pero sin acompañarlo de una victoria que también pudo ser derrota, el postre sabe algo amargo.
En un partido muy trabado, el
Sporting dejó con ganas de más al Málaga, que se queda como estaba: a cuatro puntos de salir del barro. Lo cierto es que Pellicer hizo bastantes cambios, y no solo de nombres, sino también de roles y de juego. Confió en su vieja guardia en el medio, con galones para
Luis Muñoz y
Jozabed, y optó por ponr a
Bustinza de central y
Fran Sol en punta. Dejar en el banquillo a Febas y Rubén Castro llamó la atención.
Pero no sorprendió que se viese un Málaga más ordenado cuando el Sporting tenía la posesión, o un Málaga que muerde en la presión en los primeros tramos de partido. Sello del técnico de Nules, preocupado por cimentar desde atrás para luego construir adelante.
La primera ocasión la obró el
Sporting con un disparo lejano de Pedro Díaz que sacó Yáñez. Una jugada que vino de un error en el pase de Esteban Burgos. Fallos de esos que llevan repitiéndose toda la temporada, como el despeje hacia el área de Bustinza que casi convierte en gol de nuevo Pedro Díaz, cuyo disparo se topó con el palo. Un minuto más tarde, un gol anulado a Aitor García por fuera de juego. El malaguismo no gana para sustos y berrinches.
En toda la primera parte tan solo se pudo rascar dos llegadas con aroma de peligro donde ni
Ramalho ni
Luis Muñoz vieron puerta con puntería. Para la segunda parte, el Málaga estaba aguantando bien los intentos del Sporting y faltaba algo distinto para encontrarse arriba. Álex Gallar estuvo muy errático y Fran Sol hizo bien su labor de descargar el juego, pero poco suyo en el área.
Por eso ambos fueron los sacrificados por Pellicer, que dio entrada de Rubén Castro y Febas. El delantero canario, en el segundo balón que tocó, creó la mejor del Málaga hasta el momento:
una volea que sacó el ‘Pichu’ Cuéllar con mano de hierro. En el carrusel de cambios de ambos equipos, volvió a tener minutos el canterano
Cristian buscando algo más de desborde y prescindiendo de Luis Muñoz para un claro 4-3-3.
Pellicer quería ir a por el partido y lo entendieron bien sus jugadores, sobre todo Febas, que demostró que es poco lógico dejarle sentado en el banquillo. Se ganaron metros ante un Sporting cada vez más metido en su portería. Había intenciones, pero no hechos, más allá de un disparo lejano de Jozabed u otro de Luis Muoñz antes de su marcha. Los locales coquetearon con la estacada con un remate de Gregera, pero el electrónico no se movió y el Málaga, en su
décimo empate liguero, sigue estancado una semana más.
- Ficha técnica:
0-
Sporting: Cuéllar, Guille Rosas (Pol Valentín m.83), Insúa, Izquierdoz, Jordi Pola, Diego Sánchez, Pedro Díaz, Zarfino (Gragera m.75), Aitor García (Otero m.62), Queipo (Jony m. 75) y Campuzano (Djurdjevic m.62).
0- Málaga: Yáñez, Bustinza, Ramalho, Burgos, Jiménez, Álex Gallar (Febas m.58), N´diaye, Luis Muñoz (Cristian m.74), Lago Junior (Appiah m.89), Fran Sol (Rubén Castro m.58) y Jozabed (Ramón m.89).
Árbitro: Ávalos Barreira. Mostró tarjetas amarillas a Insúa (m.16), N´diaye (m.41), Zarfino (m.64), Burgos (m.82).
Incidencias: Partido de la jornada 25 de LaLiga Smartbank celebrado el Estadio El Molinón, Gijón.