Los terremotos en el sur de Turquía y al norte de Siria, que dejan ya más de 24.000 fallecidos según los últimos balances, despertó la solidaridad de los bomberos del Consorcio Provincial de Bomberos (CPB) de Málaga, quienes partieron con equipos especializados a colaborar en la búsqueda y rescate de personas con vida entre los escombros.
Este sábado, tras cinco días de duros trabajos, han regresado a Málaga los primeros efectivos, tres bomberos. Continuarán en Turquía otros cinco efectivos del CPB ofreciendo ayuda humanitaria al pueblo Sirio, tras finalizar este pasado viernes por la noche las tareas de búsqueda, según han informado desde la Diputación de Málaga.
Fue el pasado 6 de febrero cuando el primer contingente de bomberos del CPB de Málaga partieron hacia Turquía con un vuelo hacia Estambul, donde tomarían otro vuelo a Adana para continuar otros 800 kilómetros hacia la zona cero. El día 7 se desplazaron los otros dos contingentes del Consorcio malagueño.
De esta forma, junto a las ONG Bomberos Sin Fronteras, Bomberos por el Mundo y G.E.R.C.C.M.A, se han unido a compañeros de otras provincias, y provistos de perros, equipos de sonido y herramientas de desescombro y derribo, han trabajando sin descanso durante cinco días.
Ahora, al finalizar las labores de búsqueda de personas con vida, regresan a casa los tres contingentes pertenecen a los parques de Coín, Estepona, Manilva y Alhaurín de la Torre, que han trabajado en coordinación con la embajada del país en España y han contado con el apoyo de Turkish Airlines, que sufraga los billetes de ida y vuelta.
Por su parte, los bomberos Jorge Marín y Jair Pereira se quedarán en la zona cero del terremoto prestando ayuda humanitaria, junto a Bomberos por el Mundo. Jair Pereira ha explicado este sábado en sus redes sociales, consultadas por Europa Press, cómo ha sido la fase de señalización y localización de personas, que llega a su fin.
"En la mañana del pasado lunes nos despertábamos para incorporarnos al turno de guardia cuando nos llegó la noticia", recuerda Pereira, quien apunta a que "las imágenes hablaban por sí solas" y "nos pusimos automáticamente a trabajar en la activación", estableciendo contacto con embajadas y consulados.
A su llegada, de madrugada, "el panorama fue impresionante", los aeropuertos estaban colapsados, aunque "el personal de tierra nos ayudó muchísimo" y esa misma noche se pusieron a trabajar. "No hay tiempo que perder", escribe este bombero.
Así, fue al día siguiente cuando los militares turcos le piden a los contingentes de bomberos su ayuda, "les escuchamos" decían estos militares, quienes sin conocer ni entender el idioma, se organizaron para llevar a cabo el primer rescate, explica. La segunda persona rescata se encontraba bajo la estructura de un edificio y estos profesionales tardaron cinco horas en poder rescatarle.