Autismo Málaga lleva trabajando 30 años con personas con autismo como Álvaro Muñoz, uno de los protagonistas de esta efeméride. A sus 19 años ha realizado “durante todo el verano y sin parar” su primer cartel, donde define qué es Málaga para él: “Una ciudad submarina, en el fondo del mar”.
Esto viene de la aventura que nos metió su madre, Eva, para darle clases de pintura y salió la idea de hacer este cartel entre los dos.Con la ayuda de su profesor Pablo Cortés, “un grande entre los grandes” como lo define, aprendió a hacer un cartel “poco a poco”. En el epicentro ha plasmado la Farola, aunque también se pueden apreciar otras construcciones caracterizas de la ciudad como el Hotel Miramar, el Palacio de la Aduana, la Alcazaba, el monumento al marqués de Larios y el edificio de la Tabacalera.
Álvaro se desvive en halagos por su profesor, pero Pablo tampoco se queda corto. Este profesor de pintura asegura que trabajar con el joven ha sido una “maravilla”.
Haciendo un poco de memoria, recuerda que “esto viene de la aventura que nos metió su madre, Eva, para darle clases de pintura y salió la idea de hacer este cartel entre los dos”. Una camino que les ha unido para siempre, porque Pablo a descubierto, “gracias a Álvaro, ese mundo tan maravilloso que tienen las personas con autismo”. El docente describe al aprendiz como una persona “increíble con un mundo interior brutal”, además de descubrir “a un pedazo de artista, creo que arranca la carrera de un señor pintor de Málaga”.
Las personas con TEA tienen “dificultades para expresarse”, explica Cortés, y, en el caso de Álvaro, la pintura es el “camino que él tiene para enseñarnos todo lo que tiene dentro”.
José Reyes, presidente de Autismo Málaga, deja claro que esta acción busca dar a conocer que “nuestros chicos ante todo son personas” y presentar el XXX aniversario de la asociación. El cartel celebra el XXX aniversario y anuncia la cena de gala que tendrá lugar el 10 de noviembre en el Hotel Miramar.
A lo largo de estas tres décadas “se ha dado un avance brutal”. Hoy en día se diagnostica a menores “con año y medio o dos años”, mientras que antes “estas personas se perdían, estaban en un limbo, porque nadie determinaba qué les pasaba”, celebra Reyes.
Según datos facilitados por la asociación, actualmente de cada 90 nacimientos una persona nace con TEA, frente a los cuatro diagnósticos de cada 10.000 nacimientos hace 30 años: “La diferencia es que hacemos más diagnósticos”. Además, el presidente puntualiza que se están diagnosticando a personas “con 40 y 50 años”. En este punto, recuerda que hay diferentes grados del espectro autista, “esto es como el dial de una radio”.
En cuanto la función Autismo Málaga, detalla que “no ayudamos, sino que ponemos las herramientas a su favor y trabajamos con las personas con TEA, con cualquiera que pegue a la puerta de la asociación”.