La Fiscalía ha solicitado un total de 25 años de prisión para un hombre en Málaga por agredir sexualmente a su hija desde que tenía 8 años hasta que cumplió los 14, para lo que aprovechaba los momentos que se quedaban a solas en casa, una furgoneta o la llevaba a un descampado.
El procesado, de 49 años en la actualidad y en prisión provisional por esta causa, convivía con la víctima y otra hija menor y estaba separado de la madre de ambas cuando se produjeron los hechos, según el ministerio público.
En su escrito, al que ha tenido acceso EFE, el fiscal sostiene que desde que la menor tenía 8 años, el procesado aprovechaba "la superioridad" de la autoridad paterna para realizarle tocamientos en la vagina y se masturbaba jadeando cerca de su oído, pese a la oposición de su hija.
Los encuentros continuaron en el tiempo con una frecuencia de dos veces por semana aproximadamente en el domicilio familiar, hechos ante los que la menor se quedaba "sin saber reaccionar" ante su corta edad y las manifestaciones de su padre, pese al "sentimiento de asco y desasosiego que le generaba dicha situación", explica.
En una ocasión, cuando la menor, que tenía 11 años y el procesado quiso un encuentro de los descritos, ella le gritó diciéndole "que lo dejara ya, que estaba harta", y su padre reaccionó inmovilizándola, algo que se repitió en otras ocasiones.
Con anterioridad a 2021, el procesado le preguntaba constantemente a su hija si mantenía relaciones sexuales, no la dejaba quedar con chicos, la seguía si quedaba con amigas y le llegó a quitar el móvil, pese a lo que mantuvo una relación de pareja desde febrero a octubre de 2021.
Ese mismo año intentó mantener relaciones sexuales con ella argumentando que sabía que lo había "hecho con otros niños", si bien la hermana menor salió del baño y el padre desistió en esa ocasión.
En septiembre de 2021, el procesado pidió a la menor que le acompañara en el vehículo a vender unas cosas, ya que se dedicaba a la venta de chatarra, recogió de la calle un edredón rojo y se dirigió a un descampado donde lo tendió bajo un árbol y la agredió sexualmente, "sin oponer ella resistencia, ya que se quedó bloqueada y no podía ni hablar".
Estos hechos se repitieron hasta en 20 ocasiones, al menos, según el fiscal, que añade que la menor estaba atemorizada porque su padre le decía que le haría algo malo a su novio si se negaba.
Tras la compra de una furgoneta, la buscaba por el barrio con cualquier pretexto y la llevaba a una explanada para mantener relaciones sexuales, y en otra ocasión la obligó a realizarle una felación en un trastero.
El 17 de marzo de 2022, tras obligarla a mantener relaciones sexuales sin preservativo, la menor se vio obligada a acudir a un centro médico, el cual puso los hechos en conocimiento del juzgado de guardia, y ella presentó la correspondiente denuncia.
El fiscal sostiene que se vio obligada a "ceder a las pretensiones de su padre durante tanto tiempo por la dependencia económica y personal" y porque la había intimidado con que podría "darle una paliza a ella o su exnovio o forzarle a prácticas más violentas".
A consecuencia de los hechos, la menor ha tenido tres infecciones del tracto urinario desde septiembre de 2021 hasta la fecha, problemas para conciliar el sueño, una notable bajada en el rendimiento escolar y un fuerte rechazo a este tipo de relaciones.
Según el fiscal, los hechos constituyen un delito continuado de abusos sexuales en relación con el artículo 74 del Código Penal según la LO 1/2015 y otro continuado de agresión sexual según la LO 8/2021, por los que le pide 10 y 15 años de prisión, respectivamente, así como que se le prohíba aproximarse a su hija a menos de 250 metros y comunicarse con ella.
Además, solicita que indemnice a la menor en 150.000 euros por daños morales y secuelas psicológicas.