Día para recapitular por parte del sector del
rent a car en Málaga. El turismo, cada vez más extendido y desestacionalizado, ha provocado que las compañías de alquiler de coches hayan incrementado tanto en número como en ingresos. Por ello, desde la
Asociación de Empresarios de Servicios de Alquiler (Aesva) han emitido su primer informe sobre la situación actual.
Dentro del panorama andaluz, tal y como ha confirmado la
presidenta de Aesva,
Ana Maria García, Málaga engloba a la gran mayoría de las empresas. En consecuencia, cinco de cada diez empresas de Andalucía están en la provincia costasoleña. De ellas, el
60% operan en la Costa del Sol Occidental, siendo Málaga, Marbella y Mijas los municipios con mayor cantidad.
El aeropuerto de Málaga es el puntal para todas las compañías, si atendemos a que el
70% del ámbito de actuación tiene relación con la terminal.
En total, son
197 las empresas que están asentadas en la provincia de Málaga, las cuales
dan trabajo a 1.990 personas, con una facturación media de 500.000 euros y un impacto económico total de 1.380 millones de euros.
Dependencia del turismo
Evidentemente,
estos números no serían posibles sin los turistas, que representan el 85% del total, quedando otro 15% para residentes y un 4,3% perteneciente a empresas. El 90% de todos ellos son extranjeros, con Gran Bretaña (21,4%) y Alemania (19,6%) como nacionalidades más comunes.
Pese a que cada vez se está rompiendo más con la estacionalidad,
verano sigue siendo la estación que más carga concentra, con el 51% del total. Le siguen primavera (48%), invierno (46,7%), Semana Santa (38,3%) y otoño (33,3%).
Pese a los buenos números que maneja Aesva, existen varios puntos críticos, como son la escasez de datos, una
fuerte falta de asociacionismo o la escasa visibilidad de las empresas locales frente a grandes operadoras. Como líneas estratégicas para ponerle solución, la asociación plantea un impulso entre la colaboración público-privada, así como la modernización de la empresa local.
Así pues, se plantean dos retos de cara al futuro, ambos con una misma línea a seguir:
seguir evolucionando hacia una movilidad cada vez más
sostenible e impulsar el uso de vehículos híbridos o eléctricos, los cuales plantean un mayor coste y cuentan con un déficit en cuanto a estaciones de recarga.