Un agente de la Policía Nacional que se encontraba fuera de servicio ha salvado a un hombre de 52 años de morir ahogado en una playa de la localidad malagueña de Benalmádena. La víctima se encontraba en una zona rocosa, luchando por mantenerse a flote en el agua debido al fuerte oleaje.
Los hechos ocurrieron el pasado 30 de agosto sobre las 16.00 horas. El agente, de 32 años, estaba de vacaciones en la playa Bonita de Benalmádena, cuya bandera amarilla indicaba que el mar se encontraba revuelto, según ha informado el Cuerpo Nacional de Policía en un comunicado.
El agente vio a un hombre intentando mantenerse a flote y, ante el temor de que pudiera ahogarse o se lesionara al golpearse con las rocas, se lanzó al agua, nadando hasta donde se hallaba la víctima, que se encontraba semiinconsciente por los impactos contra los salientes rocosos. Lo cogió y mantuvo su cabeza a flote hasta la orilla.
Una vez en tierra firme, el policía comprobó que el bañista se quejaba de falta de movilidad en las piernas y de dolor en la espalda, por lo que lo inmovilizó, a la espera de asistencia sanitaria.
Unos minutos después una ambulancia trasladó a la víctima al hospital de Benalmádena. Según el parte médico, presentaba fractura de la apófisis lateral izquierda en varias vértebras.
Por su parte, el agente, que está destinado en la Comisaría de Torremolinos-Benalmádena de la Policía Nacional, precisó asistencia médica por dolores en el hombro derecho.