La sección sindical en Nerja (Málaga) del Sindicato Independiente de Policía de Andalucía (SIP-AN), ha solicitado al alcalde de la localidad, José Alberto Armijo, una reunión urgente con los representantes sindicales de la Policía Local, con el fin de buscar soluciones al "enorme conflicto laboral", que, según el sindicato, existe en este cuerpo.
En un escrito registrado en el Ayuntamiento y dirigido al regidor, el SIP-AN enumera algunos problemas que, a su juicio, se vienen produciendo en la Policía Local "desde hace varios años", tanto en el ámbito de recursos humanos como en lo que se refiere a medios técnicos y uniformidad.
Respecto a la gestión de los medios humanos, el sindicato critica la creación en 2006 de un turno "al margen del acuerdo de funcionarios y de la negociación colectiva, que merma el servicio de noche y los fines de semana, ya que nueve funcionarios no prestan tales servicios siendo menores de 50 años", a lo que se une que "un considerable porcentaje" de la plantilla "está envejeciendo y sin vista a creación de nuevas plazas".
Del mismo modo, el SIP-AN advierte de que la unidad de Seguridad Ciudadana asume tareas propias de otras unidades en fines de semana y turnos nocturnos, "incluso en turnos diurnos entre la semana", y critica las "continuas denegaciones de permisos retribuidos y vacaciones debido a la deficiente organización por parte de la Jefatura".
El texto señala también la existencia de un ambiente laboral "desfavorable y proclive a una tensión continua, debido a la mala organización de los recursos humanos", y achaca a la Jefatura que no intente "paliar o buscar otras posibles soluciones al conflicto" y no dedique su esfuerzo "a conseguir un buen funcionamiento en aras del servicio público que presta este cuerpo y que se merece la ciudadanía de Nerja".
Según el sindicato, la "mala organización" que sufre el cuerpo se refleja "incluso en la estructura de mandos, al haber apartado" de sus tareas a uno de los dos oficiales, cuyas funciones "están asumidas por personal de inferior categoría, existiendo por ello una tensión que influye en la labor diaria".
En cuanto a los medios técnicos y uniformidad, el escrito critica "la escasa y antigua flota de vehículos y el mal mantenimiento de la misma, no contando la mayoría de ellos con el equipamiento reglamentario y necesario", así como el "deficiente funcionamiento de las transmisiones" y el mal equipamiento del equipo de base, "asumiéndose por parte del policía adscrito una multitud de tareas para un solo puesto".
Por último, pone de manifiesto la ausencia de cámaras fotográficas en los vehículos, la no provisión a los agentes de fundas antihurto y el "incompleto y tardío despacho de uniformidad, llegándose a situaciones límite como policías con zapatos con agujeros o falta de prendas de abrigo en época invernal, además de otras deficiencias en la Jefatura que afectan al servicio".