El Ayuntamiento de Málaga está estudiando realizar un registro del ADN de los perros de la ciudad. De este modo, sólo con un análisis se podría identificar al propietario de un animal maltratado o que haya sido abandonado, localizar a aquellos que se hubieran extraviado o que hubiesen sido robados, estudiar enfermedades genéticas e, incluso, exigir responsabilidades a los dueños que no cumplan la ordenanza municipal en cuestiones como la recogida de los excrementos de sus mascotas.
La identificación genética de los perros es una propuesta del consejo sectorial cuyo impulso se aprobó en el pleno municipal del pasado mes de enero y que, aunque todavía no se ha constituido formalmente, sí ha mantenido una reciente reunión, con la participación de una veintena de asociaciones y entidades, entre ellas la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Málaga, la Federación Tidus o el Colegio de Veterinarios.
El concejal de Medio Ambiente, Raúl Jiménez, ha informado de esta idea y ha alertado de que los chips son en ocasiones poco efectivos al ser fáciles de quitar. Además, ha incidido en que el hecho de que la identificación genética permitiría mejorar la limpieza de la ciudad ante la posibilidad de identificar al dueño que no recoja los excrementos de su mascota.
"Es un sistema que tiene muchos efectos positivos, sobre todo para evitar el maltrato y el abandono, pero también tendría la ventaja de localizar a los que no recojan los excrementos de sus perros", ha indicado, agregando que, a priori, todas las asociaciones de este consejo han visto esta posibilidad "con buenos ojos". No obstante, ha precisado que "habrá que verla con mayor profundidad" y que "la ciudadanía opine también".
El análisis de las heces encontradas en la calle para identificar al perro y, en consecuencia, a su dueño valdría unos 18 euros, "un coste bastante razonable", según ha comentado a Europa Press el responsable municipal de Medio Ambiente.
En este caso, teniendo un banco de ADN lo suficientemente amplio --se daría un año a los propietarios de los perros para realizar los correspondientes análisis--, el dueño recibiría la correspondiente sanción, pero, además, tendría que asumir el coste de la prueba realizada por el Ayuntamiento.
El objetivo es, por tanto, introducir la obligatoriedad de realizar este análisis de ADN de los perros en la Ordenanza Municipal sobre Tenencia de Animales de Compañía y Animales Potencialmente Peligrosos para contar así con un registro de toda la población canina de la ciudad --hay censados unos 100.000--.
COSTE
El coste de registrar el ADN del animal --una medida complementaria al chip-- sería de unos 26 euros y dicha prueba se podría hacer en cualquier clínica veterinaria, según ha indicado Jiménez. De hecho, es algo que ya aplican algunos ayuntamientos españoles, como el de Xàtiva, en la Comunidad Valenciana, pero el de Málaga sería el primero de Andalucía.
Para justificar lo positivo de este sistema, "con beneficios tanto para la defensa de los derechos de los animales como para eliminar los excrementos caninos, ahorrándonos mucho en limpieza y ganando, por tanto, en bienestar para la ciudad", el edil ha puesto de ejemplo, precisamente, la experiencia de Xàtiva, donde la reducción de la suciedad canina ha sido de un 80 por ciento.
En cuanto a esa comisión ciudadana, Jiménez ha precisado que la Secretaría General del Ayuntamiento está analizando ahora "cuál ha de ser el nombre correcto para que tenga base jurídica". Se baraja que se denomine Consejo de Bienestar Animal y el objetivo es que su constitución formal tenga lugar en abril.
Precisamente, una de las primeras cuestiones que abordará ese consejo es introducir en la ordenanza municipal las modificaciones necesarias para dar respuesta a aquellas lagunas que presenta la legislación regional, como es el caso, ha señalado Jiménez, de la gestión de las colonias de gatos callejeros. La previsión es que el borrador del nuevo texto estuviera listo para antes de las elecciones municipales del 24 de mayo.