Según los hechos declarados probados en la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, la acusada, a partir de junio de 2013, aprovechó su trabajo como empleada en una casa y "se apoderó" de joyas y de 2.900 euros en efectivo, "con ánimo de enriquecerse ilícitamente" y "con abuso de la relación laboral" con la dueña.
Con este mismo "abuso", dice la resolución de la Audiencia malagueña, "logró apoderarse" de la tarjeta de bancaria de la que era titular la perjudicada y, "mediante su utilización no consentida, realizó varias operaciones con la misma", por valor de más de 1.000 euros.
Las joyas que fueron sustraídas y no han sido recuperadas se tasaron pericialmente en 947 euros. La acusada abonó la cantidad de 2.000 euros como parte de la responsabilidad civil, por lo que la Sala le aprecia la atenuante de reparación del daño a la hora de imponerle la pena.
Así, se le condena por los delitos de hurto y estafa continuada, con dicha atenuante y con la agravante de abuso de confianza; imponiendo por el primero tres meses de prisión y por el segundo, seis meses de cárcel. Además, se le condena al pago de una multa de 450 euros.
En cuanto a la responsabilidad civil, se insta a que indemnice a la perjudicada con la cantidad de 2.900 euros, valor del efectivo sustraído y no recuperado. Esta sentencia se dicta con la conformidad de la mujer y de su defensa, tras modificar el fiscal su acusación inicial.