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Lunes 11/11/2024
 

Málaga

Lorenzo Saval sobrevuela los cielos del Estudio de Ignacio del Río

El pintor, escritor y director de la revista literaria 'Litoral' ha cambiado sus seres marinos y su pasión por los barcos por un universo artístico imaginario que sobrevuela los aires del Estudio de Ignacio del Río, una serie nueva que muestra sus inquietudes plásticas recientes

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Su pasión por las profundidades del mar, los animales que ahí habitan y por los barcos han dado paso a una nueva vía creativa para el artista Lorenzo Saval (Santiago de Chile). El autor chileno ha puesto la mirada en la alturas para crear una serie nueva en la que ángeles y gladiadores configuran parte de este recién nacido mundo imaginario.

El pintor, escritor y director de la revista Litoral ha instalado todas estas criaturas imaginarias en la sala de exposiciones del Estudio de Ignacio del Río (calle San Lorenzo, 29). Hasta el próximo 1 de abril, esta coqueta galería del barrio del Soho malagueño acoge este universo artístico particular de Lorenzo Saval, que se explaya por todas las disciplinas plásticas.

Grandes collages conviven con una serie de esculturas a modo de maquetas que se han convertido en la última obsesión estética de Saval. “Estoy muy metido en las esculturas, sobre todo las maquetas se han convertido en mi nueva predilección experimental”, comenta el artista.

El barro y los metales le han permitido crear ensamblajes de naves espaciales con cabeza de mujer, peces voladores, misteriosas astronautas protagonizan Todo está en el aire. Así, este mundo de ensoñaciones y realidades ficticias flota en los cielos de Ignacio del Río.

Las voladoras son mitad mujer con alas y mitad mascarón de proa, mientras que las peculiares astronautas son las elegidas para transportar el peso del tiempo.

Gran protagonismo contiene la instalación titulada Lluvia. Este montaje expresivo crea un juego de ambigüedades al ojo y de extrañezas  en el espectador.

Compuesto por multitud de gotas de cerámica que simulan la textura del bronce, la proyección sobre un espejo hace que se detenga el tiempo.

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