Unas 40.000 personas, según los organizadores, han asistido este domingo a la trigésimo quinta edición de la Fiesta de las Migas de Torrox (Málaga), una celebración que sirve para homenajear este alimento que los labradores tomaban para soportar las duras tareas del campo.
Estas migas, elaboradas con harina de sémola de trigo, aceite, ajo y sal, y que se han servido acompañadas de ensaladilla arriera, el otro plato con el que se alimentaban los jornaleros, han superado ya su componente gastronómico y se han convertido en un referente turístico de Torrox, que cada año atrae a miles de visitantes a este evento.
En esta ocasión, la amenaza de lluvia y el fuerte viento que ha soplado en algunos momentos han impedido que se haya superado como en años anteriores los 40.000 visitantes, aunque desde el Ayuntamiento han informado a Efe de que los asistentes se han mantenido en torno a esa cifra.
Las migas se han empezado a preparar a partir del mediodía y para ello se han empleado 1.300 kilos de harina, 500 litros de aceite, 65 kilos de ajo y 40 de sal.
El pregón del cantante y compositor Manu Tenorio ha precedido al tradicional toque de caracola, la señal con la que antiguamente el capataz anunciaba a los trabajadores del campo que la comida estaba preparada.
Los asistentes a esta fiesta, declarada de Interés Turístico Nacional de Andalucía, han sido agasajados con las migas, la ensaladilla arriera y el vino dulce seleccionado para la ocasión mediante un concurso entre los cosecheros locales.
El presidente de la Diputación de Málaga, Elías Bendodo, que ha visitado la celebración, ha destacado que este tipo de citas constituyen "un importante atractivo turístico" tanto en lo cultural como en lo gastronómico, que contribuyen a la dinamización del municipio y a dar a conocer los productos típicos y autóctonos.
La Fiesta de las Migas comenzó en los años ochenta como un evento local para reunir a los vecinos en torno a un plato tradicional y típico, pero se ha ido engrandeciendo para transformarse en un recurso económico que aporta riqueza y trabajo a la población.
El alcalde de Torrox, Óscar Medina, ha señalado que esta fiesta no pierde sus raíces y pone en valor la tradición agrícola del municipio, pero se extiende ya al ámbito turístico por la dimensión que ha adquirido y el número de visitantes que atrae.