En su mensaje, el prelado destaca la ocasión que ofrece la Navidad para disfrutar de la vida como regalo e invita a contemplar el Misterio del Amor de Dios, que no se puede “racionalizar y dominar”, sino que hay que “aceptar y vivir”. Mons. Jesús Catalá alerta, en este sentido, del peligro de mercantilizar las relaciones humanas “amistosas y conyugales”, que se van «al traste por querer tratarlas como un contrato. La otra persona no es una mercancía, sino un “misterio” ante el cual hay que ponerse en actitud contemplativa, respetuosa, de delicada acogida», afirma. «Querer dominar el amor puede llevar a destruirlo», añade.
Jesús Catalá anima a montar el Belén en las casas y también en las asociaciones e instituciones de identidad cristiana. «Los niños y los mayores podemos recrear de un modo plástico las escenas de la Navidad, contemplando los distintos personajes y procurando imitar su actitud: el Niño, la Virgen María, san José, los pastores, los magos».