El Málaga CF se derrumbó en Mestalla ante un Valencia que, con cinco goles, dejó moribundo a un equipo que llegaba herido. Son cinco las derrotas consecutivas en liga, donde el equipo malagueño se sitúa último en la clasificación, sin puntos, con un gol a favor y diez en contra.
Los primeros minutos enmarcaron a un Málaga presionante, con toque, con ganas de sumar. Llegaba el primer centro desde el lateral que despejó el defensa Jeison Murillo. Los jugadores de Míchel González recuperaban rápido y Jony aprovechó su velocidad en una jugada por la banda que frenó Dani Parejo.
Peligro a la contra
El peligro che llegaba a corriente alterna y en contragolpes. A los malagueños les costaba replegar con rapidez y un nuevo regalo defensivo de Luis Hernández acabó en una falta peligrosa al borde del área. Parejo lanzó el esférico por encima de la portería de Roberto Jiménez, sería el aviso para lo que llegó después.
Fue en una contra cuando llegó el jarro de agua fría para los blanquiazules. Santi Mina, entre dos defensas, cabeceó un centro largo a pie cambiado, a la izquierda del guardameta visitante, y metió la pelota en el fondo de la red, minuto 16, 1-0.
El Málaga volvía a la carga intentando deshacerse de la presión, aunque los jugadores de Marcelino llegaban con facilidad a la frontal del área rival, con demasiadas dudas y fallos en la zaga.
El portero del Valencia, Neto, desbarató un mano a mano con Mula tras una buena triangulación con Cifu. Los malagueños pusieron el color en los últimos minutos de la primera parte sin definición.
Al descanso, sin cambios en el marcador. La segunda parte repetía la melodía de los primeros 45 minutos. Los de Marcelino tocaban con verticalidad, llevaban el peligro a la portería visitante con aparente facilidad.
Destellos
La máquina malaguista, liderada por Diego Rolan, zozobró cuando, en el minuto 53, tras un centro desde la derecha de Carlos Soler, Zaza metió el segundo gol valenciano (2-0) empujando el balón al palo izquierdo de Roberto.
El barco blanquiazul disfrazado de naranja no había asimilado el tanto cuando Zaza terminó de hundirlo con un hat-trick en menos de tres minutos (4-0, minuto 64).
Noqueado, el equipo malaguista se diluía en Mestalla con los mismos problemas que arrastraba desde la primera jornada: sin gol y con una defensa inestable e insegura. Roberto impidió hasta en tres ocasiones que los locales ampliaran la goleada.
Y la ‘manita’ del Valencia llegó, con un gol de Rodrigo, golpeando a un equipo deshilachado (5-0) y con un futuro incierto.
