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Viernes 15/11/2024
 
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Málaga

Más Carnaval: “¡Málaga de mis amores cuánto te quiero!”

‘Ciudad del paraíso’ y ‘Los Caricatos’, los dos platos fuertes de la tercera noche de semifinales en el Teatro Cervantes

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El Carnaval brilla en el Cervantes.

El Carnaval brilla en el Cervantes.

El Carnaval brilla en el Cervantes.

El Carnaval brilla en el Cervantes.

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El Carnaval brilla en el Cervantes.

El Carnaval brilla en el Cervantes.

El Carnaval brilla en el Cervantes.

  • El club de los villanos’ fue la sorpresa en murgas sacando risas a todo el público del teatro malagueño

La tercera noche de semifinales en el teatro Cervantes traía tres murgas que venían de fuera como ‘Bajo la luz de la luna me fumo un fortuna’ de San Roque, ‘Por mucho que me gaste no me duran los empastes’, de Roquetas de Mar o ‘El club de los villanos’, de Tarifa. Pero el golpe en la mesa no lo dio una agrupación en concreto, sino dos, y ambas a cada cual más malagueña: ‘Ciudad del paraíso’ y ‘Los Caricatos’.

Málaga es tierra de grandes letristas como Miguel Gutiérrez que en una comparsa como ‘Ciudad del paraíso’ emocionó con unos pasodobles espectaculares. El primero a la sanidad y el segundo, especialmente emotivo, al Señor de Málaga, al Cautivo. “Y yo le vi, al Dios que custodia el alma a los pobres hombres, al Dios que habla por su nombre a los hombres pobres, al Dios humilde y de barrio: mi Cautivo Trinitario”, cantaban en el pasodoble.

Un conjunto de voces el de la Comparsa de Málaga que resulta inevitable destacar con grandes protagonistas como Antonio Carlos, que volvía a pisar las tablas del Cervantes cinco años después de aquella comparsa que tantas alegrías dio a la familia Gallego: ‘Los Don Nadie’. En música, un excelente Curro Ruiz a la autoría y guitarra. El popurrí, brillante, hecho por y para Málaga cuando el teatro aún olía al perfume biznaguero que anunció su actuación.

 

Ciudad del Paraíso.

Desde Ronda llegaron unos caricatos que tenían ganas de una buena batalla de coplas. En sus pasodobles brilló la reivindicación en unas letras de José Luis Zampaña contra el fascismo en las instituciones públicas en el primero y a la figura de la mujer en el carnaval en el segundo pidiendo que por una vez una mujer sea elegida pregonera. La ovación del público duró minutos. En el popurrí, una cuarteta en la que repasan los 40 años de agrupaciones podría coronarse como una de las mejores de todo el concurso hasta el momento. Ronda no defrauda y ya solo queda esperar al viernes para ver si revalidan el puesto que ya consiguieron el año pasado con la comparsa ‘El Arrecife’.

Los Caricatos de Ronda.

La primera representación foránea y murguista llegó de la mano de la chirigota de San Roque, ‘Bajo la luna me fumo un fortuna’. En escena, unos señores en batín y cigarrito en mano y su mujer Carmela, que asomada al balcón dio mucho juego con su interacción con el público. En el primer cuplé le cantaron a Rosalía y sus uñas, otro de los temas estrella de este año tanto en Málaga como en Cádiz. Lo mejor de la agrupación, el final del popurrí, justo cuando dicen a todos los malagueños carnavaleros que en San Roque tienen una casa. Algunas idas y venidas de letras se vieron reflejados en “mascamientos” que no les hicieron dejar de disfrutar en su paso por el concurso malagueño.

También hubo hueco en esta tercera semifinal para el cuarteto ‘Los Navajos de Albacete’, de un grande del carnaval como ‘El Lama’. Un cuarteto de indios que consiguió conectar con el público con muchos pegotes e ingenuidad. No participaban desde 2018 con ‘Las Bolleras’. Habrá que esperar a ver qué decide el jurado de cara al viernes, pero todo apunta a que estarán en la Gran Final ante el nivel que presenta este año la modalidad.

La murga ‘Por mucho que me gaste no me duran los empastes’ hizo del escenario un ring repleto de boxeadores. Los pasodobles fueron a los cuerpos de seguridad del Estado y a la violencia de género. Destacaron en cuplés, el primero a las suegras que no se depilan y el segundo al tipo dedicado a los famosos que se han apuntado a una escuela de boxeo. La murga de Roquetas brilló en todo su esplendor con un popurrí cargado de pegotes y mucho movimiento. Ese “nerviosismo” que presentan en cada actuación consigue atrapar al público y sacarle una sonrisa. El año pasado ya se colaron en una final muy malaguita, pero puede que este año les haya salido un gran competidor como la murga de ‘El club de los Villanos’, que ha reunido a todos los malos de Disney reivindicando el protagonismo que les roban en las películas las princesas Disney. Estos malos de Tarifa dedicaron los dos pasodobles a Málaga. El primero a las diferencias que más que separar, unen a Málaga y Cádiz y el segundo al equipo blanquiazul y sus problemas con Al-Thani. “Málaga es un club que se hizo respetar y no de un jeque que lo hace humillar” cantaron con coraje y corazón estos villanos gaditanos, lo que les hace tener más mérito. La respuesta del público fue un cántico típico de La Rosaleda contra el jeque que se mudó al templo del Carnaval.  Pocas veces a lo largo de este concurso se ha visto a los carnavaleros reír tanto con una murga como fue con ellos durante el popurrí, en el que supieron hilar cada cuarteta con un villano de Disney. Despertaron pasiones y dieron un paso agigantado en calidad respecto a sus competidores murguistas.

El Dios Momo es carnaval y a veces podemos encontrarlo en la ilusión que transmiten los ojos y la sonrisa de cualquiera que suba al escenario del teatro Cervantes; más aún si los que suben son un grupo de niños que han mamado el carnaval desde que nacieron. “Vota quillo el partido de los chiquillos” llenaron de luz el escenario en una maravillosa actuación en la que decidieron hacerse con el poder del país y llenar el ambiente de ternura, porque dos de los pequeños presidentes enamoraron con su inocencia a todo el teatro jugando al pilla-pilla entre risas encima de las tablas. Una estampa repleta de futuros carnavaleros que abrió la mejor de las tres sesiones de semifinales hasta entonces.

Mantengamos esa ilusión de niños. Disfrutemos la fiesta. Disfrutemos lo nuestro hasta que Momo nos lo permita.

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