El suceso ocurrió el 5 de septiembre de 2019 y ahora los miembros del jurado lo han condenado por un delito de asesinato y de homicidio en grado de tentativa
El hombre acusado de asesinar a su madre, de 81 años, de un disparo a quemarropa en la cabeza el 5 de septiembre de 2019, en la barriada malagueña del Puerto de la Torre, e intentarlo con su hermana, ha sido condenado a una penal global de veintisiete años y seis meses de prisión.
El procesado ha sido condenado por un delito de asesinato con la agravante de parentesco a 20 años de prisión y un delito de homicidio en grado de tentativa a siete años y seis meses de cárcel, según la sentencia de la Audiencia Provincial de Málaga, a la que ha tenido acceso Efe.
Tras la condena de prisión se le impondrá diez años de libertad vigilada y una orden de alejamiento para no aproximarse a su hermana durante 25 años, que consistirá en no poder acercarse a ella a una distancia inferior a 500 metros ni a su domicilio, ni comunicar por cualquier medio.
Esta sentencia se produce tras el veredicto de culpabilidad de los miembros del jurado que consideraron probada la autoría del crimen así como el intento de homicidio a su hermana.
El presunto parricida cometió los hechos sobre las 13.00 horas del 5 de septiembre de 2019 cuando estaba con su madre en el domicilio que compartían.
En un determinado momento se apercibió de la presencia de su hermana, que estaba en la puerta con su hijo de 10 años, con la que el acusado mantenía "relaciones muy conflictivas" y la había amenazado de muerte si visitaba la casa.
El acusado cogió una escopeta de su propiedad, para la que tenía licencia dada su condición de cazador, se dirigió a la salida del inmueble y una vez en el exterior apuntó a su hermana al tiempo que le decía "te mato, hija de puta, que te voy a matar".
La hermana se introdujo rápidamente en su coche, que tenía allí estacionado, mientras su madre ayudó a su nieto y le cerró la puerta del vehículo y, seguidamente, trató de evitar que su hijo disparara al tiempo que le pedía que no la matara.
La madre del procesado llegó a agarrar el cañón de la escopeta para impedírselo y se entabló un forcejeo entre ambos pero a pesar de ello efectuó un primer disparo con intención de matar a su hermana, aunque no llegó a alcanzarle.
Una vez que la hermana estaba en el coche, el acusado se posicionó en la ventana del copiloto, la encañonó y trató de dispararle, sin conseguirlo dado que el arma se había encasquillado, por lo que lo intentó de nuevo cuando el vehículo se alejaba.
En la sentencia se señala que estando la madre tirada en el suelo e intentando incorporarse con dificultad debido a su avanzada edad, su sobrepeso y los problemas de movilidad derivados de haber sido operada de ambas rodillas de forma repentina e imprevista, el acusado gritó "te vas, pues mato a tu madre".
El procesado se situó a su espalda, de modo que no pudiera hacer nada para defenderse o evitar el ataque y tras conseguir montar el arma, le efectuó un disparo a quemarropa en la cabeza, que le ocasionó la muerte de manera instantánea.
Durante el juicio el acusado reconoció que asesinó a su madre pese a que aseguró que "era lo que más quería, la cuidaba y adoraba".