La Costa del Sol y la Costa Blanca lideran el cambio de tendencia en el mercado de vivienda residencial en el litoral español, según el "Informe Costa Española 2014" elaborado por la compañía tasadora Tinsa y presentado este lunes por sus responsables en Málaga.
Entre sus conclusiones generales, destaca la mejora de los plazos de venta gracias a la bajada de precios de las viviendas, la reducción de los diferenciales hipotecarios de las entidades financieras, la progresiva demanda extranjera así como una "tímida" iniciativa promotora en ciertos enclaves.
En los precios se ha observado una ralentización en las caídas y se espera alcanzar un índice próximo al cero para finales de año, según los resultados del segundo trimestre de Tinsa, donde se muestra cómo la mayoría de localidades costeras han reducido su ritmo de descenso de precios en términos interanuales.
Durante la crisis las viviendas han visto reducido sus valores de mercado en más del 50 por ciento en localidades de la costa de Andalucía como Casares, Manilva, Ayamonte, Vera, Estepona, Roquetas de Mar, Benalmádena, Punta Umbría, Mijas y La Línea de la Concepción. Estas cifras parecen haber tocado "suelo" y comienzan a "estabilizarse" respecto a los datos anteriores.
Se registra un crecimiento en casos como Marbella, que lidera la lista con un incremento de precios del 4,8 por ciento en el último año y que junto a Estepona son consideradas como "La milla de oro" de la costa mediterránea.
La cifra de viviendas pendiente de vender en la costa española continúa siendo importante, aunque se ha previsto que para 2017 se acabe con ese excedente y se pongan en marcha nuevas construcciones. El crecimiento de la demanda extranjera en muchas zonas del país ha beneficiado las ventas de promociones, con especial hincapié en el comprador ruso y del Este y de Centroeuropa.
Huelva y Almería son las únicas provincias costeras andaluzas donde el comprador internacional ha reducido su presencia en la compraventa de viviendas.
Los plazos de venta de la viviendas presentan una media de entre 12 y 16 meses, con zonas donde el tiempo de comercialización se reduce a periodos de entre 6 y 8 meses, y otras, concretamente las capitales, donde pueden ascender a los dos años.
El escenario del mercado residencial en la costa se traduce en el crecimiento del ritmo de comercialización con los descuentos de los bancos, la estabilización de precios, la proliferación de la actividad promotora y la tendencia a visados de obra nueva, los nuevos públicos compradores y el incremento de ventas sobre plano.