Uno de los apartados más importantes en los últimos años en los diferentes concursos de agrupaciones carnavalescas es la artesanía que se utiliza para vestir y disfrazar tanto los escenarios como a los propios integrantes participantes. Esta maestría está llegando a niveles tan altos que los presupuestos se disparan para lograr resultados que impacten en el público, creándose en los escenarios verdaderas obras de artísticas.
Dicha calidad, que cada año es más exigente, tiende a elevar los costes y los responsables de dicho apartado en cada una de las modalidades suelen buscar artesanos que se adapten a los recursos que tienen, dando con personajes que aprovechan esta situación para sacar tajada.
Uno de estos supuestos fraudulentos artistas, por llamarlo de alguna manera, el pasado jueves protagonizó un hecho indignante, estafando a una chirigota que participaba en el concurso gaditano, dejándola a las puertas del Teatro Falla compuesta y sin disfraces, rompiendo con todo el esfuerzo y la ilusión que se pone durante largos meses de ensayos.
Este personaje, conocido ya en los ambientes carnavaleros de toda la Huelva, no es la primera vez que juega con las ilusiones de los seguidores de esta fiesta, engañando a otros grupos, según los propios estafados, en ediciones anteriores. Como en cualquier otro sector social y/o cultural, el carnaval no está exento de pícaros que se aprovechan de la sobredimensión que está adquiriendo el carnaval en los últimos años y explotan con malas artes este filón que genera millones de euros cada febrero.
Esperemos que tras la difusión de este caso, los grupos se aseguren bien antes de contratar a los artesanos, que pidan referencias y que recuerden que “nadie da gato por liebre”, “que lo barato sale caro” y todos esos refranes y consejos que tan ricamente adornan nuestra cultura popular. Esta situación ni es nueva ni será la última que se protagonice a lo largo de toda nuestra Andalucía. Feliz carnaval a todos.