Los campos magnéticos juegan un papel importante en la configuración de las galaxias en espiral como la Vía Láctea, ya que se muestran como líneas que siguen de cerca los brazos circulares.
Es el hallazgo de observaciones con el telescopio aerotransportado SOFIA, que midieron campos magnéticos a lo largo de los brazos espirales de la galaxia NGC 1068 o M77.
"Los campos magnéticos son invisibles, pero pueden influir en la evolución de una galaxia", dijo Enrique López-Rodríguez, científico de la Universities Space Research Association en el Centro de Investigación Ames de la NASA. "Tenemos una buena comprensión de cómo la gravedad afecta las estructuras galácticas, pero apenas estamos comenzando a aprender el papel que juegan los campos magnéticos", afirmó en un comunicado.
La galaxia M77 se encuentra a 47 millones de años luz de distancia en la constelación de Cetus. Tiene un agujero negro activo supermasivo en su centro que es dos veces más grande que el agujero negro en el corazón de nuestra galaxia, la Vía Láctea. Los brazos giratorios están llenos de polvo, gas y áreas de intensa formación estelar llamadas estallidos estelares.
Las observaciones infrarrojas de SOFIA revelan lo que los ojos humanos no pueden: campos magnéticos que siguen de cerca los brazos espirales llenos de estrellas recién nacidas. Esto apoya la teoría principal de cómo estos brazos son forzados a su forma icónica conocida como "teoría de ondas de densidad".
Establece que el polvo, el gas y las estrellas en los brazos no están fijos en su lugar como las aspas de un ventilador. En cambio, el material se mueve a lo largo de los brazos a medida que la gravedad lo comprime, como elementos en una cinta transportadora.
La alineación del campo magnético se extiende a lo largo de los brazos masivos, con aproximadamente 24.000 años luz de diámetro. Esto implica que las fuerzas gravitacionales que crearon la forma espiral de la galaxia también están comprimiendo su campo magnético, lo que respalda la teoría de la onda de densidad. Los resultados se publican en Astrophysical Journal.
"Esta es la primera vez que vemos campos magnéticos alineados a escalas tan grandes con el nacimiento de estrellas en los brazos espirales", dijo López-Rodríguez. "Siempre es emocionante tener evidencia de observación que respalde las teorías".