El nuevo Subaru Impreza, que estrena quinta generación, es el vehículo más seguro de su categoría, lo que ha sido refrendado por el organismo europeo independiente de pruebas de choque Euro NCAP, que le ha otorgado la máxima clasificación: las cinco estrellas.
Este logro también lo ha conseguido en Estados Unidos y en Japón, donde además ha sido elegido Coche del Año 2016-2017.
Parte de la culpa de este reconocimiento es de la nueva Plataforma Global de la marca japonesa Subaru, que ha dotado el Impreza de un chasis y una carrocería muy precisas que le confieren un comportamiento muy bueno en curva.
El Impreza -que acumula en sus 25 años de existencia 2,5 millones de unidades vendidas en todo el mundo, 250.000 en Europa- ha recibido el buen saber hacer de la marca en materia de motores boxer y de tracción integral.
El propulsor que ha elegido para este vehículo de 4,46 metros de longitud (casi la medida de las versiones familiares de los compactos más conocidos) es el atmosférico de gasolina de 1.6 litros de cilindrada y 114 CV.
Como atmosférico que es exige llevarlo alto de vueltas para llegar a ritmos alegres, que luego se mantienen con facilidad en carreteras llanas.
De su gestión se encarga el cambio automático de tipo variador continuo Lineartronic, que suple, con anticipación, la falta de potencia que tiene el coche en la parte baja del cuenta vueltas. El problema es que suele venir acompañada de una mayor rumorosidad.
Esto es más apreciable en carreteras con subidas pronunciadas y largas, donde la transmisión tiene que trabajar con más agilidad para que el coche no parezca que se queda sin fuelle.
Posiblemente esa sensación otras marcas la suplirían añadiendo al motor un pequeño turbo, pero Subaru, si por algo se le conoce es por sus propulsores boxer, que, sobre todo, destacan por su fiabilidad y durabilidad y por un centro de gravedad bajo que aporta una mayor estabilidad al vehículo en marcha.
La transmisión Lineartronic carece de levas en el volante y es muy agradable de utilizar en ciudad. Dispone de una función para aumentar el nivel de retención de motor. Se acciona empujando la palanca hacia la izquierda y hacia la posición L (de Low).
El consumo que le ha homologado la marca con la citada caja automática es de 6,4 l/100 km, que en la prueba realizada por Efe se ha situado en 7,1 l/100 km.
Este gasto viene justificado en parte por el efectivo sistema de tracción permanente AWD, que hace que permanezca pegado al asfalto en cualquier situación independientemente de que la vía esté seca o mojada.
En combinación con la tracción total, Subaru ha diseñado una suspensión para el Impreza que filtra muy bien los baches, pero que parece un poco rebotona cuando el firme está bastante deteriorado.
Sin embargo, contiene bien la carrocería en curva y controla sus oscilaciones cuando se fuerzan los cambios de peso.
Otro de los elementos que contribuyen al pisar aplomado del vehículo es la dirección, rápida y con tacto preciso.
Volviendo al tema de la seguridad, el nuevo Subaru viene de fábrica con el sistema de asistencia a la seguridad Eyesight. Mediante las cámaras que monta en la parte alta del parabrisas delantero detecta peligros potenciales y avisa al conductor para evitar un accidente.
Esto es posible por el control de crucero adaptativo (hasta 180 km/h), el aviso de salida de carril (por encima de los 60 km/h), la alerta de arranque del vehículo delantero, el asistente de mantenimiento de carril y el sistema de anticipación a la asistencia en la frenada.
En el equipamiento de serie del acabado Executive probado también sobresalen el climatizador automático, la pantalla táctil de 8 pulgadas (no puede llevar navegador, pero cuenta con Apple Car Play y Android Auto para utilizar el que tenga bajado el conductor en su teléfono móvil), la cámara de visión trasera, el freno de estacionamiento eléctrico, los asientos delanteros con calefacción, el arranque sin llave o las llantas de aleación de 17 pulgadas, entre otros.
Todos ellos le dan ese toque tecnológico tan en boga últimamente, que está enmarcado por un interior en color negro, en el que hay algunos remates metálicos que rompen con la sobriedad que caracteriza a los automóviles japoneses.
El espacio es amplio tanto detrás como delante, donde los asientos son anchos, lo que le resta algo de agarre en curva. En la parte trasera tres adultos pueden compartir viaje debido a que el túnel central no resta mucho hueco a las rodillas del ocupante de la plaza del medio.
Por lo que respecta al maletero, la capacidad que ofrece es de 385 litros, que pueden ampliarse abatiendo los asientos traseros (en una proporción 60:40) hasta los 1.310 litros.
Exteriormente, la línea recuerda a la del Subaru Leborg, con una carrocería en línea con la de una berlina familiar en la que la caída del techo se va acentuando según llega a la zaga del vehículo.
Para darle un toque deportivo, las taloneras ensanchan visualmente al Impreza y le dan una imagen más deportiva.
En la vista delantera destaca un capó bajo que conecta con la parrilla delantera, en la que en el centro está situado el logotipo de Subaru .
Los faros, con tecnología Led y con automatismo para pasar de luces cortas a largas, son amplios y dan una imagen moderna al vehículo. Lo mismo sucede en la parte trasera, en la que continúan por el portón, que está rematado en su parte de arriba por un alerón.
En definitiva, el Impreza es el vehículo perfecto para los que apuesten por la gasolina y que además quieran contar con el plus en materia de seguridad que supone la tracción integral.
Si además equipa de serie la transmisión automática se convierte todavía más en un vehículo distinto a lo que se ofrece actualmente.
Otra cosa que le diferencia de sus competidores es que todos los sistemas de seguridad actuales son de serie, lo que evita a su potencial comprador aumentar la factura a desembolsar y le hace merecedor de la categoría de producto con muy buena relación calidad/precio.
Para los que les guste ir cargados y ligeros, quizá esta motorización se les pueda quedar algo justa, pero para la inmensa mayoría de conductores dispondrá de la potencia suficiente.
Está a la venta desde 21.800 euros con el acabado Sport. Una tarifa que en la versión probada por Efe, la más equipada, asciende a 24.900 euros.
En el momento de la prueba Subaru ofrece un descuento de 1.400 euros para el 1.6 Sport y de 1.700 para el Executive.
También la marca japonesa ofrece la opción de una motorización híbrida con GLP (gas licuado del petróleo) por 1.750 euros.
Su comparativa con otros modelos de la competencia es harta difícil, ya que la tracción total con caja automática se la suelen reservar los modelos premium, que además las suelen ofrecer para sus versiones más potentes, lo que dispara el precio.
Entre las marcas generalistas no hay una opción parecida, lo que convierte al Impreza en un vehículo casi para entendidos.