"Es muy importante que continúen los contactos directos entre Lukashenko y representantes de la UE", recalcó
Los presidentes de Rusia y de Bielorrusia, Vladímir Putin y Alexandr Lukashenko, insistieron hoy en la importancia de que se establezca una cooperación entre Minsk y la Unión Europea (UE) para resolver la crisis migratoria en la frontera bielorruso-polaca.
Los dos mandatarios volvieron a mantener este viernes una conversación telefónica sobre la situación en la frontera entre Bielorrusia y Polonia, en la que subrayaron "la importancia de establecer una cooperación entre Minsk y la Unión Europea para resolver el problema", informó el Kremlin.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, señaló en su rueda de prensa telefónica diaria que el hecho de que hablen Lukashenko y Putin "no es suficiente para hallar vías de solución a esta crisis".
"Es muy importante que continúen los contactos directos entre Lukashenko y representantes de la UE", recalcó.
Hasta ahora, únicamente han estado en contacto directo con el presidente bielorruso para abordar la situación en la frontera la canciller alemana, Angela Merkel, y el propio Putin.
Lukashenko informó a su homólogo ruso de las dos conversaciones que mantuvo con Merkel y "de las medidas tomadas por Minsk para aliviar la crisis y brindar ayuda humanitaria a los migrantes", señaló el Kremlin.
El jueves la portavoz del mandatario bielorruso, Natalia Eismont, dijo a la agencia estatal BELTA que Lukashenko propuso a la canciller alemana la creación de un "corredor humanitario" para la salida de unos 2.000 migrantes en la frontera.
En la república exsoviética se encuentran cerca de 7.000 refugiados, de los que unos 2.000 se concentraban desde el pasado día 8 en un bosque cerca de la frontera y posteriormente en el puesto de control Bruzgui-Kuznitsa.
La intención de Minsk es devolver a unos 5.000 a sus países de origen y enviar los restantes 2.000 a la UE, en particular a Alemania, algo a lo que el club comunitario se opone.
Más de 400 personas fueron además repatriados el jueves a Irak.
Según la agencia BELTA, ya no quedan migrantes en el puesto de control, dado que todos se trasladaron a la nave industrial que se abrió el martes, si bien eso no excluye que no haya nuevos intentos de cruzar a la UE, como ha confirmado la Guardia Fronteriza de Polonia este viernes.
Uno de los días más tensos fue el martes, cuando se produjo un nuevo intento de asaltar la frontera polaca, precedido del lanzamiento de palos y piedras contra las fuerzas de seguridad polacas, que dispersaron a los migrantes con cañones de agua, gas lacrimógeno y granadas aturdidoras.
Por ello Putin y Lukashenko expresaron su "gran preocupación por las acciones brutales e inaceptables de los guardias fronterizos polacos", dijo el Kremlin.