Especialmente por la caída de árboles sobre vehículos, edificios y carreteras, y se espera que los fuertes vientos continúen hasta la noche de este lunes
La tormenta Franklin, la tercera en azotar Países Bajos en los últimos cinco días, está causando daños en varios puntos del país, especialmente por la caída de árboles sobre vehículos, edificios y carreteras, y se espera que los fuertes vientos continúen hasta la noche de este lunes.
Las autoridades neerlandesas han informado de numerosos daños a lo largo de la pasada noche por caída de árboles sobre vehículos, pero también sobre un supermercado en la ciudad de Maastricht.
Además, varias casas fueron evacuadas a lo largo del fin de semana en la ciudad de Moordrecht, en Holanda Meridional, después de que volaran los techos de las viviendas debido a los fuertes vientos, primero con la tormenta Eunice el viernes, y desde el domingo con Franklin.
Los residentes evacuados siguen alojados en un hotel.
Además, la tormenta ha causado interrupciones considerables en las vías ferroviarias y en las carreteras por caída de árboles, incluido en la autovía A4, en el sur de Países Bajos, cerrando el tráfico de vehículos hacia la frontera belga.
En la provincia de Groninga, al menos 87 cuervos murieron cuando el árbol en el que estaban cayó al suelo de forma repentina.
El Real Instituto Meteorológico de Países Bajos (KNMI) ha emitido para este lunes una alerta amarilla para todo Países Bajos, con advertencias sobre las fuertes ráfagas de viento en las carreteras, aunque las compañías ferroviarias creen que los trenes volverán a funcionar hoy con normalidad, después de las interrupciones a lo largo del fin de semana.
Se espera que el viento alcance hasta 100 kilómetros por hora este lunes, aunque irá disminuyendo en el transcurso de la tarde.
Además, la dirección general de gestión del agua (Rijkswaterstaat) espera que el nivel de agua supere los dos metros por encima del Nivel Normal de Ámsterdam (NAP), el nivel de referencia medio en marea alta, por lo que se ha cerrado el IJsselkering, la barrera que protege la parte más baja del país.
Róterdam también ha cerrado los muelles más bajos del municipio porque calcula que el agua será de 2,5 metros por encima del NAP debido a la marea alta y los fuertes vientos, y algunas áreas se cerraron a los coches debido a posibles inundaciones.
Después de la tormenta Dudley, el pasado viernes llegó a Países Bajos Eunice, que dejó solo ese día cuatro muertos por caída de árboles, la mayoría en Ámsterdam, y vientos que superaron los 145 kilómetros por hora.